La central nuclear de Trillo ha finalizado con éxito su XXXVII Recarga, marcando un hito significativo al ser la cuarta recarga consecutiva sin accidentes que impliquen bajas. Durante esta parada técnica, la planta ha incorporado a más de 1.000 trabajadores temporales, en colaboración con unas 40 empresas especializadas tanto nacionales como internacionales. Actualmente, la instalación se encuentra en espera de las instrucciones del Despacho de Carga para su conexión a la red eléctrica nacional.
Entre las diversas actividades realizadas durante esta recarga se incluye la renovación de los elementos combustibles, la ejecución de pruebas requeridas por las Especificaciones de Funcionamiento y la revisión de equipos y componentes fundamentales para asegurar el correcto funcionamiento de la planta en el nuevo ciclo operativo. Según se ha informado a través de un comunicado de prensa, se han llevado a cabo un total de 20.000 órdenes de trabajo. Entre ellas destacan las labores en las bombas de refrigeración del circuito primario, la inspección de la vasija, la prueba de presión del recinto de contención, así como la revisión de la turbina de baja presión. También se han realizado mejoras en el sistema de instrumentación y se ha renovado el estator del motor de la bomba de agua de alimentación.
Además de las mencionadas actividades, se han implementado 21 modificaciones de diseño orientadas a mejorar las instalaciones y adaptarlas a nuevos requisitos industriales, facilitando la actualización tecnológica y reforzando la fiabilidad y seguridad de la planta. Trillo ha logrado mantener una operabilidad del 100% en los últimos ciclos de operación y ha registrado 779 días y cerca de 3,5 millones de horas sin accidentes, consolidando su compromiso con altos estándares de seguridad.
La central nuclear de Trillo representa aproximadamente el 3% de la demanda eléctrica anual de España, y durante 2024 ha generado una producción eléctrica bruta de 7.676 gigavatios hora, evitando así la emisión de más de 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Sus indicadores de funcionamiento reflejan una operación fiable y estable y destacan el papel crucial de la energía nuclear, que contribuye a un 20% de la producción eléctrica nacional sin emisiones de CO2.
A pesar de estos logros, la central de Trillo enfrenta desafíos económicos significativos, ya que anualmente aporta en tributos alrededor de 180 millones de euros, tras una subida del 30% en la tasa de Enresa en 2024. Este incremento, que supera el acuerdo del Gobierno de no elevar la tasa más de un 20%, pone en riesgo la viabilidad económica de las centrales nucleares.
La central de Trillo es reconocida como una infraestructura vital para el suministro eléctrico del país, garantizando un servicio esencial gracias al compromiso de su personal. La instalación se rige por un estricto sistema de control y evaluación, de acuerdo con los estándares de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares. Cada año, se invierten más de 40 millones de euros en modernizar y mejorar los equipos, asegurando que Trillo esté en las condiciones adecuadas para seguir operando con excelencia mucho más allá de noviembre de 2035, fecha de expiración de su autorización de explotación actual.