El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, ha expresado su grave preocupación por la actual situación de la central nuclear de Zaporiyia, que se encuentra bajo control ruso. La planta ha estado desconectada de la red eléctrica principal durante cuatro días, lo que la convierte en un punto crítico que depende únicamente de generadores de emergencia. Según Sibiga, esta inestabilidad es resultado de acciones deliberadas de las fuerzas rusas, las cuales buscan adueñarse de la instalación.
Además, Sibiga denunció que Rusia ha establecido 200 kilómetros de líneas eléctricas que conectan la central a la red eléctrica rusa, describiendo este acto como un robo descarado. Afirmó que este es el décimo corte de suministro eléctrico que sufre la planta desde que Moscú la ocupa, resaltando los riesgos que esta situación presenta no solo para Ucrania, sino para toda Europa.
El ministro subrayó que la posible reconexión de la planta podría representar el mayor peligro hasta la fecha, agravando la vulnerabilidad nuclear en la región. Sibiga hizo un llamado al Organismo Internacional de Energía Atómica para actuar de acuerdo con sus principios y reclamar la restitución de la central a Ucrania, su legítimo propietario, advirtiendo que la falta de acción podría llevar a un «colapso irreversible del orden nuclear pacífico».
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