La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) ha manifestado su desacuerdo con la política fiscal del Gobierno en relación a los combustibles, llamándola una «incoherencia total». Durante una rueda de prensa celebrada en Toledo, el presidente de la Ceees, Javier de Antonio Arribas, expuso la propuesta de bonificar los biocombustibles, argumentando que esto permitiría una reducción significativa de emisiones y una estabilización de la demanda.
Acompañado por Ignacio Rabadán, director general de la Ceees, y Manuel Madruga, secretario general de Fedeto, Arribas hizo hincapié en las iniciativas dentro de la Unión Europea que fomentan el uso de biocombustibles, destacando que en Francia se paga alrededor de 80 céntimos por estos combustibles, en contraposición a los 1,60 euros que se abonan en España. Arribas criticó la carga impositiva sobre los combustibles renovables, señalando que no se entiende cómo estos, que son completamente renovables, están sujetos a un gravamen que eleva el precio del combustible.
El presidente de la Ceees también cuestionó las políticas de reconversión del parque automovilístico, reconociendo la importancia del coche eléctrico, pero enfatizando que no se puede priorizar una única tecnología. Arribas argumentó que el consumo debe estar orientado a la práctica y al uso real que hará el consumidor de cada opción.
En el ámbito laboral, Arribas destacó las prioridades para los próximos cuatro años, subrayando la necesidad de mejorar la formación de los trabajadores del sector. Propuso desarrollar un programa de formación que conduzca a la obtención de un certificado de profesionalidad, dado el difícil acceso a profesionales cualificados en el sector.
En cuanto a los convenios laborales, el presidente de la Ceees expresó su optimismo sobre el futuro de las negociaciones, apuntando a un diálogo constructivo y a la posibilidad de alcanzar acuerdos en un futuro cercano.
Asimismo, Arribas reiteró su oposición a la proliferación de estaciones de servicio desatendidas, argumentando que la atención al cliente no es una cuestión de precios bajos, sino de ofrecer un servicio adecuado. Llamó la atención sobre la normativa industrial que regula el manejo de combustibles peligrosos y la necesidad de asegurar derechos básicos para los consumidores, como el acceso a hojas de reclamación y servicios higiénicos.