En un esfuerzo por fortalecer la lucha contra el tráfico de drogas en Estados Unidos, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca ha designado recientemente dos nuevas áreas como parte del Programa de Áreas de Alto Tráfico de Drogas (HIDTA). Esta iniciativa busca coordinar y fortalecer los esfuerzos entre diversas agencias —federales, estatales, locales, tribales y territoriales— para desmantelar organizaciones dedicadas al tráfico de sustancias en todo el país.
Las nuevas áreas designadas son el Condado de St. Joseph en Indiana y el Condado de Rogers en Oklahoma. Estas regiones, ahora incluidas en el programa HIDTA, recibirán recursos adicionales que las ayudarán a enfrentar la amenaza del tráfico de drogas, especialmente frente a la crisis creciente relacionada con sustancias como el fentanilo, un opioide altamente peligroso.
«Estamos aprovechando todas las autoridades disponibles para detener las drogas ilícitas que amenazan nuestras comunidades», afirmó Victor Avila, director interino de la ONDCP. Este enfoque integral está alineado con la agenda de la administración actual, que busca no solo desarticular redes criminales, sino también reducir el uso de drogas y salvar vidas.
Desde su creación en 1988, el programa HIDTA ha demostrado ser un componente crucial en el combate a las organizaciones de tráfico de drogas, proporcionando un retorno de inversión significativo. En 2024, se estima que las áreas designadas bajo este programa incautaron alrededor de 18 mil millones de dólares en drogas y efectivo, alcanzando un notable retorno de $68.07 por cada dólar destinado al programa.
La designación de St. Joseph y Rogers se considera un paso vital hacia la mejora de la seguridad pública, garantizando que estas comunidades obtengan el apoyo necesario para afrontar los desafíos del tráfico de drogas. La Casa Blanca, a través de esta propuesta, reafirma su compromiso de trabajar en conjunto para erradicar las redes criminales que inundan nuestras vecindades con sustancias letales, ofreciendo una esperanza renovada en la lucha contra la adicción y la crisis de sobredosis en el país.
Fuente: WhiteHouse.gov

















