La Asociación Española del Girasol (AEG) augura una producción mundial de semillas de girasol récord

La Asociación Española del Girasol (AEG) augura una producción mundial récord de semillas de girasol en la campaña 2023/24 en vista a las buenas previsiones de cosecha de los países de la UE y Ucrania, tal y como apunta Agramark Informations GmbH, que prevé que se supere el récord de 56,2 millones de toneladas alcanzado en la campaña 2021/22 en unas 700.000 toneladas.

El presidente de la AEG, Juan Fernández, remarca que “la disponibilidad de producto en la época de cosecha será lo que pueda marcar el precio y el suministro”. En este sentido, el Consejo Internacional de Cereales (IGC) proyecta una cosecha mundial de semillas de girasol de 56,9 millones de toneladas. “Esto no solo supondría un aumento de alrededor del 5% respecto al año anterior, sino también 1,6 millones de toneladas más de lo previsto anteriormente”, indica Fernández.

Un repaso por países puede dar una idea más precisa de esta previsión. Según las informaciones recabadas por la AEG, la superficie de semillas de girasol en Ucrania asciende a 6,5 millones de hectáreas, lo que supondría un incremento del 8% respecto al año anterior. Así, se estima una cosecha de 15,3 millones de toneladas, lo que representa cerca de un 9% más que el año anterior, si bien este pronóstico dependerá de la evolución del conflicto armado en el país, especialmente después de que Rusia haya hecho efectiva su amenaza de no renovar el acuerdo que garantizaba la salida de grano desde Ucrania a través del Mar Negro. “Se trata de una decisión inesperada y será necesario esperar a la evolución de los acontecimientos para conocer el impacto real sobre las exportaciones ucranianas, si bien a fecha de hoy las previsiones de exportación de grano ucraniano son optimistas”, puntualiza Fernández.

La producción rusa para la campaña 2023/24 se espera que llegue a un máximo de 16,4 millones de toneladas por segundo año consecutivo. De cumplirse la previsión, Rusia seguirá siendo el mayor proveedor mundial de semillas de girasol.

En Rumanía se sembraron 1,25 millones de hectáreas y 700.000 en Bulgaria, “aunque no tenemos muchos datos sobre el desarrollo del cultivo en estos países”, reconoce el presidente de la AEG quien dice que, en todo caso, “ambas superficies muestran escasa variación respecto a la media de años anteriores y en los dos casos son mercados en los que el girasol alto oleico presenta baja implantación, alrededor del 15%”.

Por su parte, Francia continúa la tendencia de los últimos años, siendo el mayor país productor de girasol alto oleico, con un 80% frente al 20% de girasol convencional alto linoleico. “El país vecino sigue aumentando la superficie de girasol -se estima una superficie cercana a 868.000 has. frente a las 855.000 de 2022- pero además, en el aspecto agronómico la previsiones son favorables gracias a las abundantes precipitaciones de los últimos meses”, explica Fernández.

Por el contrario, Hungría viene de una campaña muy desfavorable en 2022 debido a la sequía, aunque el 2023 comenzó con mejores condiciones hidrológicas, por lo que se calculan unas 780.000 has. frente a las 715.000 de la pasada cosecha, con un 83% de girasol convencional alto linoleico.   

Turquía también ha tenido un buen inicio de campaña, con abundante precipitación, y se estima que la superficie sembrada ronda las 600.000 has., de girasol alto linoleico en su práctica totalidad.

En Argentina el girasol lleva tres campañas consecutivas con incrementos de superficie. En la presente campaña, la superficie de girasol en el país sudamericano podría llegar a 2,2 millones de has. y lograr una producción de cuatro millones de toneladas.

Por último, en España la superficie de siembra de girasol en esta campaña se calcula

en 740.000 has. y se estima una producción de 890.000 toneladas a nivel nacional. Un 70% de la superficie de girasol sembrada en Andalucía ha sido ya cosechado y a pesar de la sequía, su producción media puede estimarse entre 800-900 kg/ha. siendo la calidad del aceite superior a la campaña anterior 2021-2022.

“Estas cifras de superficie sembrada y de previsión de producción, unidas a los buenos precios y a una demanda mundial insatisfecha, anticipan una buena rentabilidad para el girasol en todos los países productores, incluida España”, concluye el presidente de la AEG.

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