La Asociación de Vecinos del Barrio de Casablanca, liderada por su presidenta Mari Carmen Checa y respaldada por numerosos residentes, ha expresado su descontento con el nuevo modelo de autobuses urbanos que entró en funcionamiento el pasado 1 de septiembre. En un comunicado, los vecinos han transmitido su «malestar generalizado» y han solicitado la vuelta al antiguo servicio de transporte.
Si bien reconocen el esfuerzo del Ayuntamiento en la reorganización del transporte público, los habitantes de Casablanca califican la experiencia inicial con el nuevo sistema como «profundamente negativa». Según la asociación, la falta de información clara ha dejado a muchos usuarios, especialmente a las personas mayores, confundidos y desorientados. “Es desolador ver a nuestros vecinos mayores sin saber dónde deben esperar el autobús, cargados de incertidumbre”, destaca el comunicado.
La nueva red de autobuses, enfocándose en la Línea 3 que da servicio a la zona, ha sido criticada por su ineficacia y confusión, resaltando recorridos que los conductores no pueden cumplir en los tiempos establecidos. Los vecinos denuncian también que importantes áreas del barrio han quedado sin servicio, como la Plaza de Toros, la Avenida de Castilla-La Mancha y barrios adyacentes como Las Quinientas y Santa Mónica-Sig