Este jueves, el Ayuntamiento de Guadalajara ha sido escenario de una visita de especial relevancia para la comunidad: el nuevo obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, monseñor Julián Ruiz Martorell, ha realizado su primera visita institucional, siendo recibido por la alcaldesa de la ciudad, Ana Guarinos.
El obispo, acompañado por el vicario de la Diócesis, Agustín Bujeda, ha aprovechado la oportunidad para intercambiar impresiones sobre los asuntos y características del municipio de Guadalajara, lugar en el que ha decidido empadronarse. Esta información ha sido comunicada por el propio Ayuntamiento a través de una nota de prensa.
Ana Guarinos, quien ya tuvo el honor de participar en la reciente toma de posesión de Julián Ruiz en Sigüenza y en su primera misa en Guadalajara, ha ofrecido palabras de agradecimiento por la visita del obispo a lo que denomina «la casa de todos los guadalajareños». Además, Guarinos ha subrayado la relevancia de este gesto en su deseo de conocer en profundidad los diversos municipios de la provincia.
«Es una gran satisfacción recibir a nuestro obispo en su primera visita institucional, a quien le transmito la bienvenida, también como vecino de Guadalajara,» manifestó la alcaldesa. Guarinos ha recalcado la trascendencia de una colaboración efectiva entre las instituciones y la iglesia, una alianza que considera crucial «en beneficio y ayuda de toda la sociedad».
Cabe recordar que fue en 1959 cuando el nombre de la diócesis se amplió para incorporar a Guadalajara, modificando así la Bula del papa Juan XXIII, que estableció también que el obispo pudiera residir en Guadalajara cuando lo estimara conveniente. Asimismo, la iglesia de Santa María fue reconocida como Concatedral, dotándola de todos los derechos vinculantes.
En el marco de este significativo encuentro, la alcaldesa ha entregado al obispo un ejemplar del libro ‘El Corpus Christi en Guadalajara’, obra de Pedro José Pradillo y Esteban, publicado por el Ayuntamiento. Un gesto que monseñor Julián Ruiz ha agradecido efusivamente, haciendo notar su interés por la lectura: «Me los leo todos», ha señalado.
Este evento no solo fortalece los lazos institucionales entre el Ayuntamiento y la diócesis sino que también simboliza la apertura y el compromiso de ambas partes hacia una colaboración mutua en beneficio de la comunidad guadalajareña.
