En un pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento de Cuenca, la ausencia de votos a favor por parte del Partido Popular (PP) y Vox ha frustrado el nombramiento de hijos adoptivos o predilectos de la ciudad a los conquenses deportados a campos nazis. La votación, que contó con trece apoyos y doce abstenciones, no alcanzó la mayoría de tres quintas partes necesaria para su aprobación. Sin embargo, el secretario del Ayuntamiento ha argumentado que, conforme a los reglamentos vigentes, sería suficiente una mayoría simple. Ante esta controversia, el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha solicitado un informe jurídico que aclare qué tipo de mayoría se requiere para este tipo de nombramientos.
La propuesta, que buscaba honrar a las víctimas mediante el reconocimiento del título de hijos predilectos o adoptivos —dependiendo de su lugar de nacimiento—, está respaldada por un exhaustivo trabajo de documentación elaborado por Ángel Luis López Villaverde y Herminio Lebrero. La concejal de Cultura ha destacado que, de los 95 conquenses documentados que fueron deportados, 60 fallecieron en los campos de concentración, mencionando algunos nombres propios de aquellos que huyeron de la guerra solo para encontrar un nuevo horror.
El concejal de Vox, Rafael Rodríguez, ha justificado la abstención de su grupo al considerar que estos títulos están destinados a quienes han realizado contribuciones individuales a la ciudad, no a homenajes grupales como el que se proponía. Según su opinión, el monolito erigido en el Paseo del Huécar ya cumple con el objetivo de rendir homenaje a estas víctimas.
Por su parte, Cuenca en Marcha, a través de su concejal Pablo García, ha aplaudido que, tras cinco años de debate sobre este reconocimiento, finalmente se llevara a cabo la votación, considerándola un acto de justicia. García ha enfatizado que «no hay medias tintas» y que en esta cuestión «o se está con las víctimas o con los verdugos».
El concejal del Grupo Popular, Álvaro Barambio, ha argumentado que, en una revisión del pleno de 2019, se concluyó que la moción presentada entonces no cumplía con las normas de honores, un punto que fue reconocido en el debate por una concejal del Grupo Socialista. Ante esta afirmación, Barambio solicitó la retirada de la moción, pero el alcalde desestimó su petición. En respuesta, Pablo García ha lamentado que el PP busque «excusas burdas» en el procedimiento administrativo para justificar su abstención, señalando que no se requiere una moción previa para la aprobación de estos títulos.
Finalmente, la concejal de Cultura, María Ángeles Martínez, ha asegurado que el procedimiento en esta legislatura se está llevando a cabo correctamente y ha prometido presentar repetidamente la moción sobre estos nombramientos en futuros plenos hasta que se consigan los títulos para los deportados.