El Kremlin ha confirmado que permanece en constante contacto con Venezuela, a raíz de consultas sobre la supuesta búsqueda de apoyo del presidente Nicolás Maduro con su par ruso, Vladímir Putin. Según el portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, las naciones mantienen una relación cercana basada en compromisos contractuales, aunque no se pronunció directamente sobre las solicitudes de Maduro para un respaldo militar en medio de la creciente presión de Estados Unidos.
En este contexto, Maduro ha recurrido a Rusia, China e Irán en busca de fortalecimiento defensivo ante las amenazas percibidas desde Washington. Recientemente, se firmó un acuerdo de asociación estratégica entre Rusia y Venezuela, que refuerza el respaldo ruso ante las «amenazas actuales y potenciales» de Estados Unidos.
Mientras tanto, múltiples informes indican que Washington podría aumentar su presencia militar en el Caribe, considerando incluso ataques a objetivos venezolanos. Este despliegue naval, el más significativo desde la primera Guerra del Golfo, coincide con las advertencias de Maduro sobre las intenciones estadounidenses de derrocar su gobierno, lo que incrementa la incertidumbre en la región.
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