Jimmy Kimmel hizo su esperado regreso a la televisión este martes, recibiendo cálidos aplausos del público mientras ofrecía un discurso lleno de emociones. En su intervención, se disculpó sinceramente por sus comentarios sobre el activista conservador Charlie Kirk y criticó duramente al presidente Donald Trump, argumentando que su actitud está erosionando la libertad de expresión en Estados Unidos. «No podemos permitir que nuestro gobierno controle lo que decimos en televisión», afirmó con firmeza ante una audiencia que le mostró su apoyo.
El humorista, visiblemente emocionado, agradeció a quienes defendieron su derecho a expresarse, incluso aquellos que no compartían sus creencias. A pesar de las críticas, Kimmel subrayó la importancia de una prensa libre y resaltó que la censura de cualquier tipo, incluso en forma de amenaza a los medios, pone en peligro la salud del país. «Si no tenemos libertad de expresión, simplemente no tenemos un país libre», expresó, resonando con muchos en un momento tan políticamente tenso.
A medida que su programa enfrenta obstáculos como el boicot de ciertas cadenas de televisión, Kimmel mantuvo un mensaje claro: la libertad de hablar y reír debe prevalecer. Esta situación, que a muchos les puede parecer trivial, es, según él, un indicativo del deterioro de los derechos fundamentales. En su emotivo cierre, también hizo hincapié en la importancia del perdón a través de una anécdota conmovedora, abogando por la necesidad de un pueblo que respete la diversidad de opiniones.
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