En un gesto que profundiza aún más las divisiones en la península coreana, Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte, ha pronunciado palabras duras contra Corea del Sur, calificándola como un «país extranjero» y «aparentemente hostil». Estos comentarios fueron realizados durante una reciente visita a un cuartel militar, tal como lo reportaron medios de comunicación estatales el viernes.
Este endurecimiento de la retórica se produce después de la reciente enmienda constitucional por parte del Parlamento norcoreano a principios de octubre. La revisión de la Constitución, destinada a reflejar las declaraciones previas de Kim, marca a Corea del Sur como un Estado hostil, una postura que se adopta tras años sin diálogo directo entre los dos países, inexistente desde hace ya un lustro.
Aunque el contenido exacto de la enmienda no ha sido detallado por los medios norcoreanos, se especula ampliamente que la revisión constitucional podría haber eliminado toda referencia a la reunificación y reconciliación, simbolizando un alejamiento significativo de los objetivos previamente declarados de unidad peninsular.
Durante su visita al cuartel del segundo cuerpo del Ejército de Corea del Norte, Kim Jong-un instó a las tropas a recordar «el hecho indiscutible de que la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) es un país extranjero y un país aparentemente hostil». Según reportes de la agencia estatal de noticias KCNA, Kim también destacó las implicaciones del cambio en el carácter de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos, así como el avance de las maniobras militares, como razones adicionales para fortalecer la disuasión nuclear del Norte.
En una manifestación tangible del distanciamiento diplomático, Corea del Norte tomó la drástica medida de destruir tramos de carreteras y vías férreas que conectan con el Sur. Para Kim, esta acción no simboliza solo un cierre físico, sino también «el fin de la mala relación con Seúl», la «eliminación completa de la noción inútil sobre los compatriotas surcoreanos» y la «idea irracional sobre la reunificación».
Este creciente aislamiento y la retórica hostil de Corea del Norte llegan en un momento de intensificación de las tensiones regionales y preocupaciones globales. Estados Unidos ha mostrado su inquietud por informes de despliegue de tropas norcoreanas en Ucrania, lo que sugiere un interesante realineamiento de las alianzas y maniobras geopolíticas en un contexto internacional cada vez más complejo.
La situación en la península coreana continúa siendo un foco de atención para observadores internacionales, quienes vigilan de cerca las implicaciones de estos desarrollos para la estabilidad regional y la seguridad global.