Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño que fue deportado de manera irregular a su país, ha recuperado su libertad tras una orden judicial emitida este jueves por una jueza federal en Maryland. La magistrada Paula Xinis determinó que su detención en un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Pensilvania no contaba con la autoridad legal necesaria, ya que existía una orden judicial en Estados Unidos que prohibía su deportación.
Ábrego, de 30 años, llegó a Estados Unidos de manera irregular durante su adolescencia y actualmente reside en Maryland, donde se encuentra bajo un régimen de libertad provisional. A pesar de su liberación, aún enfrenta acusaciones de tráfico de personas, un proceso que ha generado una intensa disputa judicial, especialmente con la administración de Donald Trump, que lo considera un pandillero y ha intentado su deportación a un tercer país debido a la imposibilidad de enviarlo nuevamente a El Salvador, donde sería vulnerable ante una pandilla local.
El caso de Kilmar ha resonado en el debate sobre las políticas migratorias y se ha convertido en un símbolo de los desafíos que enfrentan muchos inmigrantes. Su situación ha levantado preocupaciones entre organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, que critican las acciones del gobierno estadounidense, mientras que la actual administración ha manifestado su desacuerdo con las decisiones judiciales que afectan sus políticas.
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