Juan Orlando Hernández, el expresidente de Honduras condenado por narcotráfico en Estados Unidos, fue liberado el pasado lunes tras recibir un indulto total del expresidente Donald Trump. Hernández, quien había sido extraditado en abril de 2022 y sentenciado en marzo de 2024 a 45 años de prisión por múltiples cargos, salió de una prisión federal de alta seguridad en Pensilvania, de acuerdo con los registros del Federal Bureau of Prisons. Si bien su liberación ha sido confirmada, los detalles sobre su ubicación actual o sus futuros pasos legales aún no se han hecho públicos.
La decisión de Trump de perdonar a Hernández ha generado un amplio debate, dado que muchos críticos consideran que este indulto socava los esfuerzos internacionales en la lucha contra el narcotráfico. Defensores del exmandatario hondureño afirman que su juicio estuvo marcado por irregularidades y lo caracterizan como una víctima de persecución política. En una carta a Trump, Hernández se presentó ante el expresidente como su «excelencia» y resaltó la estrecha colaboración entre ambos durante su mandato, lo cual podría haber influido en la decisión de indultarlo.
Además, se ha reportado que la campaña de indulto estuvo impulsada por Roger Stone, un antiguo aliado de Trump, quien habría realizado esfuerzos significativos de cabildeo a favor de Hernández. La liberación del exmandatario subraya las complejidades de las relaciones políticas y judiciales entre Estados Unidos y Honduras, un contexto en el que el narcotráfico juega un papel decisivo.
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