El Gobierno regional de Castilla-La Mancha y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) han firmado este miércoles un importante convenio que busca mejorar el acceso a la educación universitaria de jóvenes en situación de especial vulnerabilidad y con escasez de recursos. El acto de firma se ha llevado a cabo en el Palacio de Fuensalida, con la presencia del presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el rector de la UCLM, Julián Garde.
Este convenio representa un esfuerzo conjunto para ampliar las oportunidades de estudio a aquellos jóvenes que enfrentan dificultades económicas, con el fin de fomentar la igualdad en el acceso a la educación superior y, con ello, contribuir al cambio y progreso social de la región. García-Page ha recalcado la trascendencia de esta colaboración, señalando que la educación es un vehículo de transformación y que este acuerdo permite derribar barreras para ofrecer a los jóvenes una esperanza de futuro más prometedor.
El presidente autonómico ha hecho notar que iniciativas como esta sólo se han visto en comunidades autónomas como País Vasco, Cataluña y la Comunidad Valenciana y ha destacado el papel clave de la universidad pública en su implementación, indicando que una labor de estas características no se podría realizar en una institución privada.
Por otro lado, Garde ha expresado su agradecimiento al Gobierno por la firma del convenio, que jugará un papel cambiante en la vida de las personas beneficiadas. Ha mencionado la rapidez con la que buscan poner en marcha el programa, con la intención de que esté en funcionamiento para el año académico 2024/2025.
La iniciativa ha sido calificada por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, como un «andamio social», un «ascensor» que tiene el propósito de proveer protección y encajar con el sistema educativo y universitario, facilitando así la consecución de los sueños y proyectos personales y sociales de los jóvenes.
Bárbara García Torijano, consejera de Bienestar Social, ha señalado que el proyecto surge de la voluntad institucional de fortalecer los cimientos para las personas más desfavorecidas, poniendo énfasis en el compromiso de apoyar a los jóvenes tutelados y a aquellos que están en el sistema por medidas judiciales para que alcancen la adultez con mayores oportunidades.
Ángeles Carrasco, vicerrectora de Estudiantes, ha destacado la emoción que suscita este proyecto, el cual ofrece a jóvenes imposibilitados socialmente de aspirar a una educación superior, la oportunidad de acceder a ella. Además, ha señalado que aunque Castilla-La Mancha sigue la estela de un programa preexistente en la Universidad del País Vasco, se aventura más allá al incluir a jóvenes en situación de vulnerabilidad por cumplir medidas judiciales o extrajudiciales, un terreno en el que la región se considera pionera.
