El Gobierno de Castilla-La Mancha, junto con las cuatro comunidades de regantes de Elche de la Sierra y una Sociedad Agraria de Transformación (SAT), está decididamente comprometido con la modernización y transformación de 1.216 hectáreas de riego, que beneficiará a un total de 811 socios y socias. Esta iniciativa se enmarca dentro de la convocatoria 2023 destinada a la modernización y transformación del regadío en la región, la cual ha dado luz verde a cinco proyectos específicos en Elche de la Sierra, con una inversión total de 8,6 millones de euros, de los cuales 7,2 millones serán aportados por el Gobierno regional.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha compartido estos detalles durante una reunión celebrada en Elche de la Sierra, donde estuvo acompañado por la alcaldesa Raquel Ruíz, así como por los presidentes de las comunidades de regantes y la SAT, el director general de Desarrollo Rural, José Juan Fernández, el delegado de la Junta, Pedro Antonio Ruíz, y el delegado del ramo en Albacete, Ramón Sáez. En este encuentro, el consejero subrayó la importancia de los esfuerzos realizados por los regantes para implementar mejoras que permitan alcanzar regadíos más eficientes y un uso más responsable del agua, un recurso que se vuelve cada vez más escaso.
La modernización de estos regadíos no solo se traduce en un uso más eficiente del agua, sino también en la reducción de los costos de producción, al conseguir explotaciones más sostenibles y rentables. Además, se prevé la creación de 991 nuevas hectáreas de regadío en el marco del Plan Director de Regadíos, que busca poner en riego un total de 25.000 hectáreas en Castilla-La Mancha.
Entre los proyectos destacados se encuentran las iniciativas de la S.A.T. Derramero Campillo y de la Comunidad de Regantes Fuente de Fontanar de Peñarrubia. Actualmente, las obras de la S.A.T. Derramero Campillo están al 75% de su ejecución, abarcando 557 hectáreas y beneficiando a unos 93 agricultores. Por su parte, la Comunidad de Regantes Fuente de Fontanar de Peñarrubia trabaja en la transformación de 434 hectáreas de regadío.
Además, otros proyectos de modernización incluyen a la Comunidad de Regantes Huerta de Elche, con una modernización de 28,5 hectáreas; la Comunidad de Regantes Acequia de Gútar, que actuará sobre 19,5 hectáreas; y la Comunidad de Regantes Presa de Vicorto, destinada a modernizar 177 hectáreas. El consejero destacó que estas modernizaciones no solo mejoran la eficiencia del uso del agua, sino que también valoran la utilización tradicional del regadío y sus valores agronómicos, culturales, paisajísticos y ambientales.
La convocatoria de 2023 es la última en este ámbito en Castilla-La Mancha, habiéndose aprobado un total de 68 proyectos, de los cuales 55 pertenecen a la provincia de Albacete, donde la superficie de regadío supera las 183.000 hectáreas. Según Julián Martínez Lizán, Castilla-La Mancha es una de las regiones que menos recurre al riego en España, aunque su eficiencia en el uso del agua está notablemente por encima de la media nacional. Por ello, el Gobierno regional ha ampliado el crédito para esta convocatoria de 15,3 a 34,6 millones de euros, resaltando la necesidad de incentivar las inversiones que promuevan tanto la creación de nuevos regadíos como la modernización de los existentes.
Por otro lado, el consejero también ha anunciado la intención del Gobierno regional de presentar alegaciones al reparto de las ayudas a la sequía del Ministerio de Agricultura, dado que la provincia de Albacete ha quedado excluida de estas ayudas, a pesar de la activación de la Reserva Agrícola de la Comisión Europea. Martínez Lizán expresó su preocupación por esta situación y aseguró que están trabajando en la elaboración de alegaciones que reflejen la realidad del campo en Albacete, buscando corregir lo que considera una injusticia manifiesta.
Finalmente, el consejero señaló que el reparto actual de ayudas es contradictorio, indicando que el propio Ministerio había catalogado anteriormente varios municipios de la provincia en riesgo de desertificación, sugiriendo que los agricultores de estas zonas merecen atención y apoyo frente a la sequía que están padeciendo.
