La Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha está colaborando estrechamente con las organizaciones profesionales agrarias para encontrar un equilibrio entre la cosecha de cultivos herbáceos utilizando mecanismos automatizados durante el verano y la prevención de incendios tanto en áreas agrícolas como forestales.
Durante una conferencia de prensa organizada en la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, Mercedes Gómez, titular de la consejería, explicó que la intención del Gobierno autonómico es «mejorar los mecanismos que tenemos» para asegurar que la recolección de ciertos cultivos pueda realizarse sin aumentar el riesgo de incendios, los cuales pueden ser provocados por chispas generadas por la maquinaria.
Gómez señaló que, si bien el Real Decreto del Gobierno central prohíbe el uso de maquinaria en temporadas de alto o muy alto riesgo de incendio, en Castilla-La Mancha se utiliza el Índice de Propagación de Incendios (IPP) del Ejecutivo regional que clasifica el nivel de riesgo por municipios.
Para agilizar el proceso, se está implementando un sistema de autorizaciones específico que permitirá la tramitación rápida y urgente de las peticiones de cosecha mediante una aplicación gestionada por las propias organizaciones agrarias. Del mismo modo, se está trabajando junto a las empresas responsables de la recolección de cereales para dotarles de flexibilidad en los contratos que suscriben con los agricultores.
La medida busca lograr el doble propósito de minimizar los riesgos de incendio y garantizar que los labores agrícolas puedan llevarse a cabo sin restricciones temporales, ha enfatizado la consejera.
Adicionalmente, respecto a la revisión del plan de gestión de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de ambientes esteparios en la región, que entrará en vigor el jueves, la consejera mostró satisfacción por el acuerdo alcanzado entre organizaciones agrarias y ecologistas, que posibilitará la plantación de hasta el 80% de las hectáreas disponibles dentro de los sectores designados por las ZEPA.
Para asegurar el cumplimiento y revisión del plan, se estará constituyendo una comisión de seguimiento que evaluará si es conveniente seguir ampliando la plantación hasta el límite señalado del 80% de las hectáreas disponibles.
