La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo se dispone a juzgar a un individuo bajo la acusación de asesinato de su exmujer y atropello post mortem del cadáver con el fin de simular un accidente, siendo el Ministerio Fiscal quien pide prisión permanente revisable para el procesado J.C.R.F. Los dramáticos hechos, ocurridos en abril de 2022, comenzaron a desentrañarse cuando T.I.T. fue llevada a su trabajo en Mascaraque por su exesposo, con quien aún compartía vivienda pese a estar separados. La Fiscalía alega que la víctima tenía planes de abandonar el hogar, algo que el acusado no admitía y que además se sentía humillado por una relación sentimental que T.I.T. había mantenido con un compañero de trabajo.
La mañana trágica se sucedió después de que J.C.R.F. se enterase que su exmujer no tendría jornada laboral aquel día, lo cual le llevó a volver a la estación de servicio donde ella trabajaba y descubrir su ausencia. Posteriormente, llamó tanto a la pareja previa de T.I.T. como a ella y avisó en su trabajo que no asistiría. En un momento crítico, T.I.T. se dispuso a recoger sus pertenencias de su domicilio para marcharse, pero tras comunicarse con J.C.R.F., abandonó la casa sin sus enseres y subió al auto con él.
Según el relato de la Fiscalía, en un camino rural en Almonacid de Toledo, el acusado ejecutó el asesinato por estrangulamiento durante un acto de abuso sexual. La escena prosiguió con el desplazamiento del cuerpo hasta un lugar apartado, donde fue situado estratégicamente en el suelo para luego ser atropellado por el mismo vehículo de J.C.R.F. Asimismo, se destaca que el encausado manipuló el móvil de la víctima tanto antes como después de su muerte.
La situación culminó con la llegada de servicios de emergencia y autoridades al lugar, tras llamadas de J.C.R.F. a Ambulancias Finisterre y al 112, donde adujo haber atropellado accidentalmente a su esposa. Fue arrestado en la escena de los hechos y posteriormente se ordenó su prisión provisional.
Para el Ministerio Público, los hechos detallados configuran un delito de asesinato con alevosía, agresión sexual y una violación a la intimidad por apoderamiento de bienes personales, además de identificar agravantes relacionados con el vínculo matrimonial previo entre el agresor y la víctima, y motivaciones de género. En adición a la petición de prisión permanente revisable por el asesinato, se exige una condena de 15 años por el delito de agresión sexual. El juicio está pautado para iniciar el próximo lunes, 6 de mayo.
