En la última entrega de «El hormiguero», transmitida este martes 22 de octubre, se vivió una intensa tertulia político-social que contó con la participación de Rubén Amón, María Dabán, Rosa Belmonte y Juan del Val. Arrancando con el reciente decreto del Gobierno que facilita la elección de los consejeros de RTVE, el debate pronto se sumergió en la polémica negativa de Isabel Díaz Ayuso a concertar una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a pesar de la serie de encuentros de este último con diversos líderes autonómicos.
La tertulia, que ya había sido noticia la semana previa por las declaraciones de Rosa Belmonte contra una manifestación por la crisis de la vivienda en Madrid, abordó las dinámicas de poder y las tensiones entre Ayuso y Sánchez con una vigorosa discusión. Belmonte, conocida por sus posiciones contundentes, había cuestionado entonces la legitimidad de ciertas protestas sociales, suscitando un debate que Juan del Val matizó, buscando equilibrar la conversación.
Esta vez, María Dabán fue la primera en expresar su descontento con la actitud de Ayuso hacia la invitación de Sánchez, apuntando no solo a la responsabilidad institucional que implicaba la negativa, sino también al vórtice de inacción política en el que se halla el país. Sin embargo, Juan del Val ofreció una perspectiva diferente, asegurando que tanto Sánchez como Ayuso parecían encontrar beneficio en esta contienda, lejos de los perjuicios que Dabán anticipaba.
Del Val también destacó un punto de unión inesperado con Félix Bolaños, miembro del Gobierno, al considerar que el rechazo de Ayuso no se dirigía tanto a Sánchez como a Alberto Núñez Feijóo y aquellos miembros del Partido Popular que sí acudieron a los encuentros con el presidente del Gobierno. Esta interpretación abre una ventana a las luchas internas del panorama político español, que parecen trasladarse también a las dinámicas entre los distintos niveles de la administración.
Rubén Amón profundizó en la crítica al señalar la irónica demanda de coherencia en el comportamiento de Sánchez, que, a su juicio, no se puede exigir mientras se ejerce una actitud similar desde la oposición. Su comentario refleja la complejidad de las actuales circunstancias políticas de España, donde la línea entre la gestión gubernamental para todos y la política partidista parece difuminarse.
La tertulia de «El hormiguero» evidenció, una vez más, su capacidad para convertirse en un espacio de reflexión crítica sobre la actualidad política española, ofreciendo a sus espectadores diversas perspectivas sobre los acontecimientos que marcan el día a día del país. Este debate sobre las dinámicas entre Ayuso y Sánchez, en el marco de las relaciones entre el Estado central y las autonomías, sólo añade otro capítulo a la constante evolución de la política española, reflejada semana a semana en el escenario de este programa.