Juan del Val respalda la polémica publicación del libro de José Bretón reivindicando la libertad de expresión como pilar fundamental

En un giro controvertido que ha captado la atención nacional, el lanzamiento del libro «El odio» reabre el eterno debate sobre los límites entre la libertad de expresión y el respeto hacia las víctimas de crímenes. La obra, que detalla los escalofriantes crímenes confesados por José Bretón, padre de Ruth y José, ha generado indignación, especialmente tras la petición de la madre de los menores de impedir su publicación, alegando que «no se puede dar voz a los asesinos».

El espacio de debate «La roca», en La Sexta, se convirtió en foro de esta polémica, planteando si el género de ‘true crime’ está cruzando fronteras éticas. Gema Peñalosa, periodista especializada, defendió la publicación argumentando que, aunque perturbador, el libro cae bajo el derecho a la información y la libertad de expresión. Esta opinión encuentra respaldo en figuras como Juan del Val, quien sostiene que dar espacio solo a las voces «buenas» en la sociedad representa un peligro, enfatizando la importancia de la libertad literaria por encima del dolor de los afectados.

Por otro lado, Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, sugiere que el propósito detrás de la publicación es la venganza contra la madre de los niños, marcando una fuerte oposición al libro.

A pesar de las críticas sobre las intenciones de Bretón al permitir que su historia sea contada, el debate destacó una reflexión crucial sobre si la sociedad debería censurar obras literarias basadas en hechos reales, especialmente cuando involucra a figuras tan polarizadoras. La discusión expone una línea borrosa entre el derecho a la libertad de expresión y el posible daño emocional hacia las víctimas y sus familias.

El caso de «El odio» no solo despierta viejas preguntas sobre los límites éticos en la narrativa de crímenes reales, sino que también pone en relieve el dolor perpetuo de aquellos que quedan atrás, buscando un equilibrio entre la memoria, la justicia y la libertad creativa en el tratamiento de historias genuinamente trágicas.

Scroll al inicio