El exmonarca cubre los caprichos de seis de sus nietos, excluyendo a las hijas de Felipe VI
A lo largo de los años, Juan Carlos I ha demostrado su generosidad hacia sus nietos, financiando casi todos los aspectos de sus vidas. Ha costeado los estudios, viajes y otros lujos de seis de sus ocho nietos, dejando fuera a Leonor y Sofía, hijas de Felipe VI y Letizia. Esta exclusión responde a una decisión personal de la reina Letizia, quien prohibió que el emérito financiara a sus hijas para distanciarlas del apellido Borbón y garantizar su independencia económica.
Letizia considera que mantener a sus hijas alejadas de la influencia económica de Juan Carlos es crucial. Este distanciamiento pretende proteger a Leonor y Sofía de las antiguas tradiciones de la familia Borbón, marcando una diferencia notable con respecto al resto de los nietos del exmonarca.
Victoria Federica, una de las mayores beneficiarias de la generosidad de Juan Carlos
Entre los nietos que han disfrutado de la generosidad del rey emérito, destaca Victoria Federica, hija de la infanta Elena. A sus 24 años, lleva una vida de lujo financiada en gran parte por su abuelo, quien ha cubierto desde su educación hasta sus caprichos más caros, como viajes y coches de alta gama. Su estilo de vida, marcado por el glamour, contrasta con el de muchos jóvenes de su edad, algo que no ha pasado desapercibido en su papel como influencer en redes sociales.
Victoria Federica no tiene que preocuparse por cuestiones económicas, gracias al respaldo financiero de su madre y su abuelo. Su madre, la infanta Elena, realiza transferencias mensuales para cubrir sus gastos, permitiéndole mantener un alto nivel de vida sin preocupaciones. Esto le ha permitido disfrutar de una vida acomodada y enfocarse en su carrera como figura pública en el mundo digital, donde muestra su estilo de vida privilegiado.
La diferencia entre los nietos y la vida de Leonor y Sofía
Mientras que los otros nietos del rey emérito disfrutan de una vida financiada por su abuelo, Leonor y Sofía viven bajo un control más estricto en términos financieros. Letizia ha tomado la decisión de mantener a sus hijas alejadas de la influencia económica de Juan Carlos, en un intento de garantizar su independencia y su futuro como herederas al trono.
El contraste entre la vida de Leonor y Sofía y la de sus primos es cada vez más evidente. Mientras sus primas y primos viven rodeados de lujos, las hijas del rey Felipe VI mantienen una existencia más discreta y controlada. Esta diferencia no solo marca un distanciamiento económico, sino también una clara ruptura con las tradiciones de la familia Borbón, en la que la dependencia económica del rey emérito ha sido común en generaciones anteriores.