En un giro reciente en los eventos que han conmocionado a la nación, el menor de 15 años detenido en relación con el intento de asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe en Bogotá, se ha declarado inocente de todas las acusaciones en su contra. Durante una audiencia ante un juez de menores, el joven negó haber participado en el ataque que ha dejado al senador Uribe en estado crítico.
Acusado de intento de asesinato y de tenencia ilícita de armas, el adolescente enfrenta cargos graves que podrían resultar en una sanción de hasta ocho años de reclusión. No obstante, tal como destacó la fiscal general, Luz Adriana Camargo, la naturaleza de la sanción, siguiendo los lineamientos de la Ley 1098, busca ser más educativa y reparadora, en lugar de simplemente punitiva. La fiscalía ha solicitado su internamiento en un centro especializado mientras continúa el proceso judicial, el cual también busca determinar si este ataque forma parte de un complot mayor, probablemente organizado por grupos criminales que habrían contratado al menor.
El senador Miguel Uribe, miembro del partido opositor Centro Democrático, sigue luchando por su vida en una unidad de cuidados intensivos después de ser atacado por la espalda durante un mitin en la capital colombiana el pasado sábado. La agresión ha resurgido preguntas sobre la seguridad de los políticos en el país y el auge de la violencia relacionada con intereses criminales.
La detención del menor y su posterior declaración de inocencia han captado la atención de todo el país, avivando un debate sobre el uso de menores en actividades criminales y la efectividad del sistema judicial para tratar estos casos con la sensibilidad que requieren. A medida que avance la investigación, se espera esclarecer no solo la culpabilidad o la inocencia del joven sino también los posibles móviles detrás del intento de asesinato que ha estremecido a Colombia.