En un ambiente cargado de emociones y revelaciones, la noche del 20 de septiembre fue testigo de un momento televisivo sin precedentes. José María Almoguera, nieto de la reconocida María Teresa Campos, se sentó frente a las cámaras de Telecinco para hacer públicas sus reflexiones y sentimientos en un momento crucial de su vida. Este hecho marcó su primera aparición en televisión, elegida estratégicamente en el programa «¡De viernes!», donde su tía Terelu Campos ejerce como colaboradora y donde su madre, Carmen Borrego, ha protagonizado numerosos momentos televisivos.
La entrevista, que fue denominada «¿Mi madre o el personaje?», exploró la compleja relación de Almoguera con su madre, Carmen Borrego, quien ha vivido una evolución profesional desde trabajar detrás de las cámaras hasta posicionarse como un personaje relevante en el mundo del espectáculo. José María no dudó en describir como «feliz» su niñez y aseguró que hasta fechas recientes mantenía una buena relación con su madre. Sin embargo, admitió que las dinámicas familiares comenzaron a deteriorarse debido a varios incidentes y decisiones profesionales de Borrego.
Uno de los puntos álgidos de la conversación fue cuando el entrevistado criticó abiertamente la participación de su madre en diferentes formatos televisivos que, a su juicio, implicaron «vejaciones y humillaciones» hacia su persona. Almoguera fue específico en señalar cómo este tipo de exposición afectó negativamente su vida personal, destacando la falta de respeto y las humillaciones como líneas rojas que no debieron cruzarse. Dentro de estos ejemplos, mencionó un incidente específico: el tartazo que su madre recibió en el programa «Sálvame okupa» justo después de someterse a una operación.
La reacción de Carmen Borrego, madre de José María y figura central de esta entrevista, generó una gran expectativa. Borrego, quien también ha tenido una carrera televisiva en Telecinco, fue mostrada en el mismo programa, enfrentándose no solo a las declaraciones de su hijo, sino también a la opinión pública que vivió cada momento de esta emisión.
Este evento televisivo no solo trajo a la luz las complicadas dinámicas familiares de los Campos-Borrego sino que también destacó el debate sobre los límites del entretenimiento televisivo y la vida personal de aquellos que se encuentran en el ojo del huracán mediático. La entrevista de José María Almoguera se convierte así en un testimonio de los tiempos actuales, donde la cultura de la celebridad y el espectáculo interactúan de maneras cada vez más complejas y, a veces, dolorosas.