José Corredor Matheos: Un Reconocimiento a la Trayectoria de un Poeta Universal
En un emotivo homenaje celebrado en el Antiguo Casino de Ciudad Real, la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha ha otorgado un reconocimiento al notable poeta y escritor alcazareño José Corredor Matheos. A pesar de haber residido en Barcelona desde joven, Corredor Matheos mantiene un profundo vínculo con su tierra natal, Alcázar de San Juan, lo cual destacó con orgullo durante el evento.
José Corredor Matheos, una figura destacada de la Generación del 50, es conocido no solo por su poesía, sino también por su labor como crítico de arte, historiador, traductor y ensayista. La ceremonia fue presidida por el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, quien subrayó la importancia de reconocer a aquellos que han contribuido significativamente al mundo de las letras y las artes.
Con casi 96 años, Corredor Matheos sigue sorprendiendo al mundo literario con su vigor y creatividad, asegurando que “nunca me he despedido de mi pueblo y de mi tierra”. A lo largo de su vida, la Mancha ha sido una presencia constante e inalterable, aun en la distancia desde la que ha desarrollado gran parte de su carrera.
El acto contó con la presencia de diversas personalidades del ámbito cultural, entre ellas Pedro Lozano, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ciudad Real, quien calificó la tarde como “inolvidable para todos los amantes de la cultura”. Lozano destacó la versatilidad de Corredor Matheos, quien no solo es una referencia en literatura, sino también en el ámbito del arte y diseño, así como en el fascinante mundo del juguete.
Por su parte, Luis Arroyo, presidente de la Academia, resaltó las múltiples distinciones recibidas por Corredor Matheos a lo largo de su vida, tanto en Cataluña como en Castilla-La Mancha, donde tiene en su haber la medalla de oro de la comunidad y de la Universidad.
Este homenaje no solo reafirma la contribución invaluable de José Corredor Matheos al universo literario y artístico, sino que celebra su conexión imperecedera con la tierra manchega, demostrando que el genio y la pasión no conocen de fronteras ni de edades.
