El poeta, crítico de arte, historiador, traductor y ensayista español de la Generación del 50, José Corredor Matheos, ha sido reconocido este miércoles con un premio de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha. El acto se celebró en el salón del Antiguo Casino de Ciudad Real y destacó tanto su trayectoria como sus profundas raíces en Alcázar de San Juan, su localidad natal, de la cual nunca se ha despedido, a pesar de residir en Barcelona desde los siete años.
Durante el evento, Corredor Matheos expresó su afecto por su tierra natal, afirmando: «Yo no me he despedido nunca de mi pueblo y de mi tierra». A punto de cumplir 96 años en dos meses, el poeta se mostró sorprendido de poder regresar y disfrutar de su visita, reflejando su vínculo inquebrantable con La Mancha.
Conocedor de la realidad catalana, el poeta no escatimó en abordar temas de actualidad, mencionando la creciente problemática del separatismo en la región. Asimismo, hizo saber que continúa escribiendo y, a pesar de sus altas exigencias con su propio trabajo, no descartaría la posibilidad de añadir una nueva publicación a su vasta bibliografía.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ciudad Real, Pedro Lozano, describió la jornada como «una tarde inolvidable para todos los amantes de la cultura», destacando a Corredor Matheos no solo como un referente literario, sino también por sus contribuciones al arte y al diseño, resaltando su influencia en estudiantes y diseñadores.
Luis Arroyo, presidente de la Academia, destacó que José Corredor Matheos cuenta con importantes distinciones en Cataluña y Castilla-La Mancha, incluyendo la medalla de oro de la región y la de la Universidad.
El evento también contó con la presencia de la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, quien valoró la labor de Corredor en la interconexión de diferentes geografías y ámbitos artísticos. Olmedo expresó su orgullo por ver que figuras como Corredor, que aportan belleza y luz a la cultura, nacen y se crían en Castilla-La Mancha. Reconociendo sus años en Barcelona, subrayó que el corazón del poeta sigue latiendo por Alcázar de San Juan, haciendo que este reconocimiento sea bien merecido.
Finalmente, agradeció a la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha por su labor, asegurando que el Gobierno de García-Page siempre ha apoyado a este tipo de entidades.
