Montse Tomé rompió el silencio durante su declaración en el juicio por el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, revelando detalles hasta ahora desconocidos. Confesó que Jorge Vilda, exseleccionador nacional, la presionó para asistir a la polémica Asamblea donde Rubiales anunció que no dimitiría
Montse Tomé declara en el juicio del beso de Rubiales y explica por qué no convocó a Jenni Hermoso. En su intervención, la seleccionadora nacional reveló detalles clave sobre los hechos que rodearon el incidente en la final del Mundial femenino y su participación en la polémica Asamblea de la Federación.
Según Tomé, fue Jorge Vilda, por entonces seleccionador y su superior en el cuerpo técnico, quien la presionó para acudir a la Asamblea en la que Luis Rubiales anunció públicamente que no dimitiría. “Me llamó mientras estaba de vacaciones para decirme que debía asistir”, confesó Tomé, evidenciando la tensión que vivió en aquellos días. La seleccionadora dejó claro que su presencia no fue voluntaria, sino fruto de la insistencia de Vilda.
La decisión de no convocar a Jenni Hermoso y la presión interna
Otro de los momentos clave de su declaración fue la explicación sobre la ausencia de Jenni Hermoso en las convocatorias posteriores al Mundial, especialmente para los partidos de la Liga de Naciones. Montse Tomé argumentó que su decisión fue puramente deportiva, aunque reconoció que el contexto del escándalo pudo influir en la percepción pública. “No estaba en las condiciones adecuadas para los retos que teníamos en esas fechas FIFA”, aseguró.
La seleccionadora negó tajantemente cualquier intervención externa en esta decisión, descartando la influencia de Rubiales o Vilda. “Las decisiones las tomo yo junto a mi cuerpo técnico”, afirmó con contundencia. A pesar de la polémica, quiso subrayar su autonomía en la gestión deportiva de la selección.
El papel de Tomé en la Federación desde su llegada en 2018
Tomé recordó también cómo fue su llegada a la Federación Española de Fútbol en 2018, de la mano de Jorge Vilda. Cuando se le preguntó quién ocupaba la presidencia en ese momento, mostró cierta confusión, algo que no pasó desapercibido en el juicio. “No sé si había presidente en ese momento”, respondió dudosa.
Más allá de este episodio, Montse Tomé quiso reafirmar su papel como seleccionadora y responsable directa de las decisiones tomadas en el equipo. Se desligó de las maniobras internas y políticas de la Federación, dejando claro que su foco siempre fue el rendimiento deportivo del grupo. Este testimonio arroja luz sobre la compleja red de presiones que existió en torno a la polémica Asamblea y a las decisiones técnicas posteriores al Mundial, generando más preguntas sobre el poder real de los entrenadores en ese contexto
