En una reciente emisión de «Supervivientes 2025», el ambiente se caldeó hasta tal punto entre Jorge Javier Vázquez y uno de los participantes, Montoya, que solo la voz de Sandra Barneda fue capaz de restablecer el orden. Durante un tenso reencuentro en Playa Misterio con Manuel y Anita, Montoya desató una tormenta verbal que hizo imposible cualquier comunicación coherente desde el plató de Madrid.
«Yo que soy Dios en Mediaset y no me has hecho ni caso», reprochó Jorge Javier a Montoya, mitad en broma, mitad en serio, a lo que Montoya, incapaz de contenerse, continuó su aluvión de palabras y gritos, desoyendo los llamados a la calma del presentador. Este caos forzó a Montoya a pedir disculpas tanto al presentador como a la audiencia, reconociendo que su comportamiento podía haber causado un malentendido.
El drama en Playa Misterio se intensificó con la llegada de los excompañeros de Montoya, llevando la discusión a niveles prácticamente inmanejables en directo. La producción tuvo que alternar conexiones con otros presentadores y volver al estudio principal debido a la dificultad para establecer una comunicación clara con los protagonistas de esta trama.
En un momento de reflexión tras una pausa publicitaria, Montoya expresó un sentido pedido de disculpas, asumiendo su forma de ser y admitiendo las dificultades emocionales que estas situaciones le generaban. «Pido perdón, pero es que soy así. No puedo cambiar. Pero todo esto me crea trauma», reconocía el participante, sacando a la luz la compleja relación entre los personajes del dating show de Telecinco y los retos personales que enfrentan en la pantalla.
El incidente llevó a una valiosa lección para los habitantes de Playa Misterio: la importancia de mantener una actitud respetuosa y profesional frente a las cámaras, conscientes de que su comportamiento se transmite en directo a la audiencia. Este momento fue un recordatorio de que, a pesar de los desafíos y las emociones exacerbadas, la televisión en vivo demanda un nivel de compostura y respeto mutuo entre presentadores y participantes.
La situación provocó todo tipo de reacciones en las redes sociales, con la comunidad de «Supervivientes 2025» mostrándose especialmente activa en discusiones y debates sobre lo ocurrido. Este incidente subraya la intensidad con la que viven los participantes su experiencia en el reality, así como los desafíos que enfrentan los presentadores para guiar estos momentos televisivos hacia un entretenimiento respetuoso y atractivo para el público.
