Los concursantes de Supervivientes All Stars 2 atraen la atención de millones de espectadores, no solo por su historia personal, sino por los elevados cachés que reciben a cambio de su participación. Para justificar esos honorarios, el público y la producción del programa esperan una entrega absoluto en el concurso, algo que no todos parecen cumplir a la par.
En el estreno del programa, el equipo de Cuarzo TV dio la bienvenida a catorce legendarias figuras de anteriores ediciones, sumergiéndolas de inmediato en una serie de pruebas arriesgadas. La convivencia y la interacción entre los participantes juegan un papel crucial en la dinámica del show, pero no todos están dispuestos a sacrificarse en aras del entretenimiento.
Un claro ejemplo es la reacción de Sonia Monroy durante la primera gala de Tierra de nadie. Ante la presión de las temidas nominaciones, se introdujo una nueva dinámica llamada «El triángulo del fuego», donde cada equipo debía señalar a uno de sus miembros para un castigo. La tensión llenó el ambiente, animando a los seguidores a estar al acecho de posibles conflictos. Sin embargo, Monroy no tuvo la misma energía. Su reticencia a nominar a un compañero la llevó a intentar autoprotegerse, anotando su propio nombre en la lista antes de corregir el error bajo la mirada atenta de la producción.
Laura Madrueño, una de las presentadoras, no dudó en recordarle a Sonia: «Me pide Poseidón que te tomes el juego en serio». Aunque hubo otros momentos en que Monroy mostró vacilación, como al tardar en elegir a Kike Calleja entre los nominados, la presión del programa resulta innegable. La insistencia del presentador y la reprimenda desde el plató por parte de Jorge Javier Vázquez dejaron claro que la actitud pasiva de la concursante no iba a ser pasada por alto.
Los seguidores del reality han manifestado su desaprobación hacia la falta de proactividad de Monroy, una situación que no solo afecta a su imagen como concursante, sino que también podría mermar el entretenimiento que el formato necesita. En un show donde cada acción y reacción cuenta, la participación decidida de cada concursante es fundamental para mantener la chispa encendida. Para muchos, la ausencia de ese fuego en Sonia podría significar una sombra sobre su trayectoria en este formato que exige emoción y compromiso.