El evento fue testigo de la desilusión no solo de los deportistas sino también de sus seguidores, quienes esperaban verlos triunfar. A pesar del resultado adverso en la Medal Race, la trayectoria de Xammar y Brugman en la competición dejó claro su nivel de competitividad y resiliencia. La vela es un deporte que involucra no solo habilidad y técnicas refinadas sino también una comprensión profunda del entorno marino, lo cual ambos deportistas han demostrado dominar a lo largo de su carrera. Su cuarto lugar en los Juegos Olímpicos, si bien no fue el resultado esperado, sigue siendo un reflejo de su excelencia y dedicación al deporte de vela.
El camino hacia los Juegos Olímpicos está lleno de retos y solo llegar hasta aquí es ya un triunfo. Jordi Xammar y Nora Brugman, a pesar de no haber conseguido una medalla, han ganado experiencia y lecciones que seguramente utilizarán para crecer y enfrentar futuras competiciones. La vela, como cualquier otro deporte, ofrece momentos de aprendizaje constante y estos atletas ya están enfocados en sus próximos desafíos. Con el apoyo continuo de su equipo, familiares y aficionados, no hay duda de que regresarán más fuertes y determinados a triunfar en futuras regatas internacionales.