Jordi Cruz emociona hasta las lágrimas a Ángela en un episodio memorable de ‘MasterChef 12’

La competición en ‘MasterChef 12’ se intensifica a medida que los aspirantes buscan ganarse un lugar en la semifinal, enfrentándose a desafíos que ponen a prueba no solo sus habilidades culinarias sino también su capacidad para manejar la presión. La última prueba no ha sido la excepción, y uno de los momentos más tensos lo protagonizó Ángela, una de las aspirantes más trabajadoras del concurso, quien vivió un momento incómodo con Jordi Cruz, uno de los chefs y jueces del programa.

Durante la primera prueba de la noche, los aspirantes tuvieron el reto de replicar con exactitud platos de destacados chefs galardonados. Para esta prueba especial, el programa contó con la ayuda de exparticipantes de las ediciones de celebridades, como Mario Vaquerizo, María Escoté, Javier Del Tell y María Zurita, quienes brindaron su apoyo en los momentos cruciales de la competencia.

Fue precisamente María Zurita, participante de la séptima edición de ‘MasterChef Celebrity’, quien asistió a Ángela en los diez minutos finales de la prueba, especialmente con un plato de cangrejo de río que debían presentar. Sin embargo, lo que aparentemente era un gesto de ensimismamiento por parte de Ángela durante la preparación, fue interpretado por Jordi Cruz como una actitud de suficiencia. Según relató el chef, Ángela pareció decir “Tranquilos” cuando se anunciaron los últimos dos minutos para emplatar, lo que a Jordi le pareció un gesto de arrogancia.

Esta interpretación llevó a un emocional intercambio fuera de cámara, donde Ángela, visiblemente afectada y entre lágrimas, negó haber tenido esa intención. “Lo paso fatal, como para que me digan que voy de sobrada, porque es mentira. Me siento frustrada, porque no me gusta hacer las cosas mal, ni que piensen que soy sobrada, ni que doy todo de mí… No tengo actitud de sobrada, no me gusta que me digan eso, porque no he dicho nada. He estado todo el cocinado, haciéndolo como he podido”, expresó Ángela.

El evento no solo sacó a relucir el estrés y la tensión bajo la que trabajan los aspirantes, sino también cómo pequeños malentendidos pueden magnificarse bajo la presión del concurso. Ángela, intentando encontrar un lado positivo entre las lágrimas, declaró: “No me gusta llorar ni estar triste, ¡odio la tristeza! Intento estar siempre contenta y alegre, tienes que tener el prisma de darle la vuelta y reírte un poco de las cosas malas, porque, si no, la vida se convierte en un rollo”.

Este suceso destaca la complejidad de participar en un concurso televisivo de alta presión como ‘MasterChef’, donde además de cocinar, la capacidad de gestionar emociones y malentendidos puede ser tan crucial como la habilidad culinaria misma. A medida que el programa avanza hacia la semifinal, los aspirantes y los televidentes se mantienen expectantes ante lo que deparará el próximo reto, esperando que el talento culinario y la resiliencia sean los verdaderos protagonistas.

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