En un movimiento que ha sacudido el panorama mediático y de entretenimiento español, Bárbara Rey ha decidido tomar cartas en el asunto legalmente contra la difusión de fotografías suyas junto al rey emérito. Estas imágenes, que salieron a la luz a través de una publicación internacional, han generado una tormenta de controversia. La mañana del jueves 26 de septiembre, la exvedette envió un burofax a varios programas y medios de comunicación advirtiendo sobre las medidas judiciales que está dispuesta a tomar.
Desde el programa «Vamos a ver», presentado por Joaquín Prat en Telecinco, se ha dado lectura al aviso enviado por las abogadas de Bárbara Rey. Seguidamente, dieron paso a unas declaraciones de Sofía Cristo, enfatizando el propósito de su madre de demandar tanto a Ángel Cristo como a la revista implicada y a todos aquellos medios que se hayan hecho eco de las comprometedoras fotografías.
Joaquín Prat, en un cambio notable al romper el protocolo de no mencionar a programas competidores, aplaudió la labor de Sofía Cristo en «Espejo Público», un programa rival. “Sofía es una mujer estupenda, pero es que además Sofía trabaja en un programa de televisión, el de enfrente, un programa con el que competimos nosotros», comentó Prat, agregando así una capa extra de dinamismo al ya complejo escenario.
Lo más intrigante de esta situación es que mientras Sofía Cristo era entrevistada en su programa habitual, las mismas imágenes que su madre pretende prohibir estaban siendo difundidas. Esto plantea la pregunta de si Bárbara Rey también tomará medidas legales contra el programa de su propia hija, además de otros medios que hayan distribuido las imágenes.
Joaquín Prat ha señalado la ironía de que, aunque se intenten frenar las fotos, estas ya han circulado ampliamente. El presentador subraya que el aspecto más relevante de toda esta cuestión podría ser el presunto chantaje al que se vio sometido el rey emérito, más allá de la naturaleza íntima de las fotografías.
Este suceso no solo reaviva el debate sobre la privacidad de figuras públicas y el papel de los medios en su protección o exposición, sino que también destapa una faceta aún más personal y compleja de las relaciones dentro del círcito mediático español. Con las acciones legales pendientes y la opinión pública pendiente de cada desarrollo, este caso promete mantenerse en el centro de la conversación durante bastante tiempo.
