La aparición de las primeras fotografías de la princesa Leonor en bikini, publicadas por la revista Diez Minutos, ha encendido el debate en las tertulias televisivas de España este miércoles, 2 de abril. La atención no solo se centró en la imagen de la joven, sino también en los aspectos que la rodean, generando un intenso debate en el programa «Vamos a ver» de Telecinco, donde el colaborador Alessandro Lequio ofreció un punto de vista que provocó controversia entre los espectadores.
Lequio decidió cambiar el enfoque del debate hacia quienes acompañaban a la princesa en las fotografías. Su observación no se limitó a comentar el aspecto o el traje de baño de Leonor, sino que se enfocó en su compañía, lo que desató una ola de reacciones por parte de la audiencia. Joaquín Prat, presentador del programa, se hizo eco de estas reacciones, intentando sin éxito moderar el punto de vista de su colaborador.
El colaborador italiano argumentó que la forma en que la princesa se relaciona con su entorno, especialmente en situaciones informales, tiene un significado más profundo, sugiriendo que la clave de la camaradería entre la Corona y los mandos militares se forja en contextos más relajados y cotidianos, fuera del ámbito académico. Esto llevó a Lequio a especular sobre la posibilidad de que Leonor estuviese acompañada únicamente por amigos de su pareja, basándose en la ausencia de otras chicas en las imágenes y la presencia dominante de chicos.
Esta interpretación, sin embargo, no fue bien recibida por todos. Prat hizo una pausa para leer mensajes de militares en activo, quienes destacaron que, dada la baja representación femenina en las Fuerzas Armadas, no es inusual ver a una mujer rodeada predominantemente de hombres. Este comentario buscó contrarrestar la perspectiva de Lequio, ofreciendo un recordatorio de la realidad de las dinámicas de género dentro del contexto militar.
A pesar del intento por aclarar la situación, Lequio mantuvo su postura, argumentando que una figura como la princesa Leonor debe cuidar las apariencias y que el hecho de ser vista mayoritariamente en compañía de hombres podría generar polémica. Sandra Aladro retomó el debate, cuestionando la perspectiva de Lequio con datos sobre la composición de género en el entorno inmediato de la princesa, reafirmando que es normal que esté rodeada de hombres dadas las circunstancias.
Este intenso intercambio de opiniones refleja no solo las diferentes interpretaciones de una situación aparentemente simple, sino también cómo las figuras públicas, especialmente los miembros de la realeza, están sujetas a un escrutinio constante que va más allá de su imagen, adentrándose en el terreno de las normas sociales y las expectativas de género.
