En una noche tensa y llena de sorpresas, la ceremonia de expulsión de Supervivientes All Stars dejó a los seguidores del programa atónitos. Con el mayor aluvión de votos que se ha registrado en esta temporada, la audiencia tomó una decisión que transformó el rumbo de la competencia: Gloria Camila Ortega fue la elegida para abandonar el concurso.
La hija de la icónica Rocío Jurado y José Ortega Cano había tenido un desempeño notable, incluso ganando un reto frente a Iván González solo tres días antes de su expulsión. Este enfrentamiento le había permitido, además, intentar aclarar ciertas polémicas que la rodeaban; no obstante, su paso por el reality se detuvo de manera abrupta, justo cuando se perfilaba hacia la gran final.
Su salida fue recibida con profundo pesar, especialmente por aquellos que habían forjado un lazo de amistad fuerte en la isla. Entre lágrimas y desconsuelo, Gloria se despidió de sus compañeros, dejando claro que su decisión de nominar a su «intocable» Carlos Alba había jugado un rol crucial en su eliminación. «Deja de subestimarte, ¡quiérete!», fueron sus emotivas palabras dirigidas a Jessica Bueno, quien se salvó en el último minuto, con un 51,3% de los votos, demostrando que la lucha en la arena no se detiene.
Jessica tuvo que soportar la presión del duelo de votos, donde los porcentajes variaban rápidamente, y que la habían dejado en un casi desesperante tercer lugar en un momento, hasta que pudo revertir su suerte. Sandra Barneda, la presentadora, anunció sorpresas en las votaciones que mantuvieron a todos los espectadores al borde de sus asientos. Tony Spina y Carlos Alba fueron los primeros en salvarse, mientras que la situación de los nominados se volvía más crítica a cada instante.
La salida de Gloria no solo significó el fin de su aventura en el concurso, sino también el cierre de una de las amistades más destacadas de esta edición. La emoción de esta ceremonia, marcada por la incertidumbre y la tensión, dejó claro que en Supervivientes All Stars, cada voto cuenta y cada decisión puede cambiar el destino de los participantes en un abrir y cerrar de ojos.
A medida que el programa se acerca a su desenlace, el próximo salvado se asegurará un lugar privilegiado en la siempre impredecible competencia. La lucha por la victoria continúa, y la audiencia espera ansiosa quién se alzará con el triunfo en esta feroz batalla por la supervivencia.
