El presidente argentino, Javier Milei, ha anunciado su intención de solicitar la inclusión de Argentina como «socio global» de la OTAN, con el objetivo de acercar las fuerzas armadas del país al ámbito occidental y fortalecer las alianzas con Europa y Estados Unidos. Milei, junto a su ministro de Defensa, Luis Petri, iniciaran desde Bruselas el proceso para su admisión, que incluye un Plan de Acción Individual para la modernización de la doctrina militar argentina y el acceso a recursos avanzados, marcando un cambio significativo en la política exterior del país hacia una mayor colaboración con Occidente.
La incorporación de Argentina como «socio global» podría tener importantes implicaciones geopolíticas para América Latina, ampliando la presencia de la OTAN en el hemisferio occidental y posiblemente fomentando la cooperación regional en defensa y seguridad. Este movimiento también apunta a solidificar aún más las relaciones con Estados Unidos y a dar a Argentina un rol más influyente en los asuntos mundiales de seguridad y defensa.
Sin embargo, el camino hacia la aceptación de Argentina en esta categoría de la OTAN enfrenta desafíos, incluyendo la necesidad de alinear las políticas de defensa del país con los estándares de la organización. A pesar de los potenciales obstáculos, la administración de Milei avanza hacia las negociaciones, respaldada por su cooperación reciente con Ucrania y su disposición para colaborar en defensa global, situando a Argentina en un camino hacia un papel más central en la geopolítica internacional.