En una aparición estelar en el programa «La revuelta», conducido por David Broncano, Jaime Lorente, conocido principalmente por sus roles en «La casa de papel» y «Élite», compartió anécdotas sorprendentes y humorísticas sobre su vida antes de alcanzar la fama. Durante la emisión del miércoles 28 de mayo, el actor se encontraba promocionando su nuevo proyecto cinematográfico, «Hamburgo», que se espera llegue a las salas de cine al final de la misma semana.
Más allá del glamour y la notoriedad que acompañan su carrera actual, Lorente reveló su experiencia trabajando como árbitro de fútbol antes de irrumpir en el mundo de la actuación. Durante nueve años, asumió este papel que, según él, le trajo más de un conflicto, incluyendo encontronazos y numerosos insultos por parte de los espectadores. «A mí me han insultado muchísimo», confesó, añadiendo que su valentía al enfrentarse a los protestantes era proporcional a la distancia entre él y el posible agresor, lo cual provocó risas entre el público y el presentador.
Lorente también comentó sobre las complicaciones de arbitrar partidos de niños, destacando la desmesurada pasión de algunos padres. Recuerda con humor cómo, en ocasiones, se dejaba llevar por la empatía hacia los jóvenes jugadores, lo que lo llevaba a «hacer trampas» durante los encuentros, una declaración que dejó entre abierta con un aire de misterio y comedia.
Sin embargo, una de las revelaciones más destacadas y entretenidas de la noche fue cuando Lorente admitió haber tenido prácticas poco convencionales como árbitro. Describió, entre risas, cómo él y sus colegas se implicaban en apuestas sobre quién podría terminar un partido antes o se presentaban en los campos una hora temprano para jugar entre ellos. «Era un árbitro un poco ilegal», dijo, agregando un tono cómico a su confesión sobre estas bromas inofensivas que realizaban antes de los partidos.
La entrevista no solo sirvió para promocionar su próximo estreno de cine, sino que también permitió a los espectadores conocer más sobre el carácter y las vivencias de Jaime Lorente fuera del set, exhibiendo una faceta menos conocida y más terrenal del actor. A medida que continúa forjando su camino en la industria cinematográfica, estas anécdotas personales enriquecen la percepción pública de quien es Lorente, no solo como actor, sino como individuo.