El coordinador de Izquierda Unida Castilla-La Mancha, Juan Ramón Crespo, ha lamentado que la recientemente aprobada Ley de la Viña y el Vino, al no limitar la producción de uva por hectárea, «beneficie a los grandes productores y perpetúe «un modelo insostenible para una tierra seca».
Según ha informado en nota de prensa el partido, Crespo considera que el Gobierno regional ha dejado pasar la oportunidad de haber tramitado la regulación el sector con mayor profundidad elaborando una ley verdaderamente innovadora, pues considera que «mucho de lo recogido en el documento ya se encuentra regulado en otras normativas».
Por ello, ha condenado la «falta de valentía del Ejecutivo regional» a la hora de defender a los pequeños y medianos agricultores, que son los que trabajan directamente los viñedos.
Según ha denunciado, la reglamentación del artículo 46, dedicado a las actuaciones en materia de regulación del sector vitivinícola se contempla la posibilidad de limitar los rendimientos de producción de uva por hectárea, pero no se atreve a cuantificarla.
«Esta falta de concreción propicia que los pequeños y medianos productores afirman que como norma general la producción debería estar como máximo en 20.000 kilogramos por hectárea para uva blanca y 18.000 kilogramos por hectárea para uva tinta, con destino a la vinificación, destinando las cantidades que superen estos topes a la producción de zumo de uva o de vino para la destilación de alcohol industrial».
«Quienes superan las cantidades indicadas son principalmente los grandes productores, que normalmente coinciden con esos grandes inversores que están hincando el diente en nuestra viña, que realizan grandes prospecciones para la captación de agua que destinan al regado de las viñas, por lo que transforman el cultivo de la vid, que ha sido tradicionalmente de secano, en un cultivo de regadío», ha criticado.
«Esto lo convierte en un modelo insostenible para una tierra seca como la de Castilla-La Mancha, y que por el cambio climático, cada vez lo será más», ha advertido el líder regional de IU, que ha añadido que si se hubieran marcado los topes indicados, aparte de la sostenibilidad de las explotaciones al limitar los regadíos, se hubieran obtenido otras dos ventajas que viene demandando el sector, como una mejora de la calidad de la uva y una subida de los precios de la misma, siendo los grandes beneficiarios los pequeños y medianos productores.