Izquierda Unida de Castilla-La Mancha ha manifestado su firme rechazo al acuerdo adoptado entre el PSOE y el PP en relación con la reforma del Estatuto de Autonomía, que establece una cifra máxima de 59 diputados en el Parlamento autonómico. La formación política ha calificado de «opaco y excluyente» el procedimiento seguido para llegar a este entendimiento, alegando la ausencia de inclusión de otras fuerzas políticas y sectores de la sociedad civil en el diálog.
De acuerdo con un comunicado de la agrupación, se ha levantado la voz en contra de este entendimiento realizado «a espaldas de la ciudadanía», afirmando que obedece más a una estrategia de interés de partido que a un objetivo de optimizar el autogobierno y pedestre de la régión. Izquierda Unida insiste en que cualquier modificación del Estatuto de Autonomía debería contar con la participación ciudadana y se critica la dinámica de las «mesas camillas» utilizadas por los partidos mayoritarios para tomar decisiones de este calado.
La propuesta de Izquierda Unida gira en torno a la necesidad de extender las competencias de la autonomía y de salvaguardar derechos fundamentales como la educación, la vivienda, el aborto y la gestión del agua, postulándose frontalmente contrarios al trasvase Tajo-Segura. Estas propuestas, sostiene la formación, parecen haberse dejado de lado durante las conversaciones entre el PSOE y el PP.
Por su parte, Pedro Mellado, coordinador de Izquierda Unida en Castilla-La Mancha, ha enfatizado la imperiosa necesidad de que la reforma del Estatuto incluya canales para la participación ciudadana activa, con mención especial a la juventud, que actualmente no dispone de plataformas políticas como un Consejo de la Juventud. Adicionalmente, criticó la ausencia de justificación sobre la ampliación del número de parlamentarios, carente de un debate plural, lo que, en opinión de la formación, genera desconfianza entre la población.
Finalmente, Izquierda Unida hace un llamado a que el PSOE y el PP reevalúen su posición y abran el proceso de reforma a la sociedad y a todas las fuerzas políticas. Pedro Mellado concluye demandando una Castilla-La Mancha más democrática y equitativa, en la que las resoluciones medulares sean tomadas con la colaboración y el acuerdo de todos los implicados.
