Italia amplía sus restricciones sobre la gestación subrogada imponiendo penas también a los procedimientos realizados en el extranjero

En un movimiento legislativo significativo, Italia ha endurecido su postura contra la gestación subrogada al aprobar una ley que la cataloga como un «delito universal». Con esta legislación pionera, el país inicia un precedente al establecer penas para aquellos ciudadanos italianos que participen en la gestación subrogada en el extranjero, una práctica que ya estaba prohibida en el territorio nacional desde 2004.

La norma, impulsada por el partido Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, recibió luz verde en el Senado con 84 votos a favor y 58 en contra. Este respaldo parlamentario sigue a la aprobación obtenida previamente por la Cámara de Diputados en julio de 2023.

El texto legal expande la regulación existente desde hace casi dos décadas, persiguiendo con multas de hasta un millón de euros y penas de cárcel de hasta dos años a quiénes promuevan o participen en actividades relacionadas con la subrogación de maternidad fuera de las fronteras italianas. Meloni ha sido una firme crítica de la gestación subrogada, describiéndola repetidamente como una «práctica inhumana». Por su parte, comentarios controversiales de miembros de su gabinete han alimentado el debate, agravando la división en las opiniones públicas y políticas.

La oposición ha elevado críticas hacia esta decisión legislativa, argumentando que representa un exceso del «paternalismo estatal» y podría afectar negativamente las relaciones internacionales con países donde la gestación subrogada es legal. Además, han surgido preocupaciones respecto al trato que recibirán los niños nacidos bajo estas circunstancias, especialmente aquellos que ya se encuentran en Italia.

La pregunta sobre el reconocimiento legal de estos menores permanece en el aire. El Tribunal Supremo italiano estableció en diciembre de 2022 que debe realizarse a través de un proceso de adopción judicial, lo que sugiere desafíos legales y burocráticos adicionales para las familias afectadas.

La adopción de esta ley coloca a Italia en una posición destacada a nivel mundial en el abordaje de la gestación subrogada, marcando un momento definitorio en el balance entre autonomía personal, ética y legislación nacional. Consecuentemente, la decisión de Italia podría influir en debates y políticas similares en otras naciones, mientras el diálogo global sobre la gestación subrogada continúa evolucionando.

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