En un giro decisivo hacia un posible fin al prolongado conflicto en la Franja de Gaza, el Gobierno israelí se apresta a aprobar el acuerdo de alto el fuego con Hamás, después de un retraso inesperado provocado por acusaciones mutuas de última hora. Este esperado encuentro, que debatirá finalmente la resolución, fue pospuesto previamente este jueves, complicando aún más el proceso negociador.
La controversia surgió cuando, en la vigilia de la votación, Israel acusó a Hamás de intentar alterar el acuerdo con nuevas exigencias, a lo que el grupo islamista respondió negando tales afirmaciones y acusando a Israel de “crear tensión en un momento crítico”. No obstante, se ha anunciado que han logrado superar estos obstáculos, allanando el camino para la votación planeada.
Dicho acuerdo ha sido producto de intensas negociaciones mediadas por países como Catar, Estados Unidos y Egipto, buscando poner fin a 15 meses de una guerra que ha tenido graves consecuencias humanitarias y políticas tanto para Israel como para la Franja de Gaza.
El primer paso de la votación incluirá una reunión del gabinete de seguridad israelí seguida por una convocatoria al gobierno bajo el liderazgo de Benjamin Netanyahu. Sin embargo, este proceso no estará exento de complicaciones internas, dada la oposición de algunos miembros del gabinete, incluidos aquellos del partido Sionismo Religioso, ultraortodoxo y ultraderechista, quienes se han mostrado reacias a cualquier forma de negociación con Hamás, poniendo así en riesgo la estabilidad gubernamental.
Un potencial abandono del Gobierno por parte del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha intensificado las tensiones, con Ben Gvir argumentando que el acuerdo podría servir para rearmar a Hamás. Pese a estas amenazas, Netanyahu parece contar con el apoyo suficiente para avanzar con el alto el fuego.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha expresado su convicción de que el acuerdo entrará en vigor según lo planeado, anticipando el inicio de la implementación para este domingo. Este plan contempla una suspensión temporal de las hostilidades, la liberación de 33 rehenes a cambio de unos 2.000 palestinos detenidos, y etapas posteriores que incluyen discusiones sobre el control de la frontera de Gaza con Egipto y el Corredor Filadelfia.
Este acuerdo surge después de una devastadora guerra que ha cobrado la vida de 46.700 palestinos y ha dejado más de 10.000 heridos, según fuentes locales. La reconstrucción de la Franja de Gaza será un enorme reto, estimándose por algunos expertos que podría requerir hasta 15 años.
En las últimas horas, a pesar del anuncio del acuerdo, más de 80 palestinos han perdido la vida en ataques israelíes sobre Gaza, subrayando la urgente necesidad de un cese de hostilidades efectivo y duradero que ponga fin a este ciclo de violencia y pave el camino hacia un futuro de paz para ambas partes.
