En un reciente comunicado desde la Casa Blanca, Karoline Leavitt ha anunciado un avance significativo hacia la paz en la Franja de Gaza, indicando que Israel ha expresado su respaldo y soporte a los nuevos detalles de la propuesta de alto el fuego presentada por la Administración de Donald Trump. A pesar de esta confirmación, aún no se ha recibido un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades israelíes.
Este desarrollo se da tras la presentación de la propuesta de cese al fuego por parte del enviado especial estadounidense para Oriente Próximo, Steve Witkoff, y el presidente Donald Trump al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Leavitt señaló durante una rueda de prensa que «Israel la ha aprobado antes de enviarla a Hamás», resaltando la continuidad de las conversaciones en busca de un acuerdo que permita repatriar a todos los rehenes. Este ha sido un punto de alta prioridad para la Administración estadounidense desde el inicio de las negociaciones.
Por otro lado, Hamás ha indicado que está revisando de manera responsable la propuesta, destacando la necesidad de que la misma sirva a los intereses del pueblo palestino y logre un alto el fuego permanente en la región.
Paralelamente, la situación humanitaria en la Franja de Gaza continúa empeorando. Según reportes de las autoridades controladas por Hamás, la ofensiva desatada por Israel ha resultado en aproximadamente 54,200 muertes. La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante la grave crisis humanitaria en la región, exacerbada por la escasez de alimentos y otros bienes esenciales, que ha llevado a la muerte de hambre de decenas de personas.
La entrega de ayuda humanitaria en Gaza se ha visto marcada por el caos, como se evidencia en las primeras horas de distribución, donde miles de personas asaltaron un centro de distribución gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos.
Este escenario de urgente necesidad humanitaria, junto con la posibilidad de un alto el fuego que ponga fin a las hostilidades, plantea un momento crucial para los actores involucrados en el conflicto y la comunidad internacional, que observa atenta los esfuerzos por alcanzar una solución pacífica y duradera en la región.