El Gobierno de Israel condenó enérgicamente las acusaciones de «exterminio y actos de genocidio» vertidas contra él en un informe publicado por Human Rights Watch (HRW) este jueves. La organización defensora de los derechos humanos señaló a Israel por negar el acceso al agua potable a la población palestina en la Franja de Gaza, lo que, según HRW, ha conducido a la muerte de miles de individuos.
Oren Marmorstein, portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, descalificó el informe como «lleno de mentiras espantosas», subrayando su discrepancia incluso ante los «ya bajos estándares de HRW». La organización, por su parte, argumenta en su estudio que la privación intencionada de acceso seguro al agua potable por parte de las autoridades israelíes ha tenido consecuencias mortales para los palestinos, haciendo hincapié en la grave contaminación que aqueja al principal acuífero de Gaza.
En respuesta a las denuncias, Israel mantuvo que ha establecido la infraestructura hídrica necesaria, con acueductos y estaciones de desalinización funcionando adecuadamente. Marmorstein también destacó el envío de camiones de agua a Gaza por parte de socios internacionales a través de cruces fronterizos israelíes, argumentando que estas acciones demuestran el esfuerzo por facilitar el acceso al recurso hídrico.
La tensión entre Israel y Human Rights Watch se escaló con la publicación en redes sociales del informe, donde la organización acusó a Israel de cometer crímenes de exterminio y actos de genocidio en Gaza. El informe cita restricciones impuestas por Israel al ingreso de ayuda humanitaria y materiales necesarios para el mantenimiento de infraestructura vital, limitando gravemente la reparación de plantas de saneamiento y gestión de aguas residuales.
El contexto de esta disputa se ancla en la reciente guerra en Gaza, que databa del 7 de octubre de 2023 y ha dejado un saldo devastador de más de 45.000 muertes y una destrucción masiva de infraestructura civil, incluidos sistemas de agua y alcantarillado. Incidentes como el bloqueo de ayuda humanitaria al norte de Gaza por parte de Israel añaden capas de complejidad al ya tenso escenario humanitario y geopolítico en la región.
A pesar de las afirmaciones de colaboración con agencias internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja para la introducción de ayuda y equipo esencial, como camiones de succión de aguas residuales, la situación en Gaza se presenta como una mezcla de crisis humanitaria y disputas políticas prolongadas. La comunidad internacional mira con creciente preocupación mientras las acusaciones de violaciones de derechos humanos continúan generando división y debate.