En una drástica medida anunciada este lunes, el Ejército de Israel ha ordenado la evacuación total de Jan Yunis, así como de las áreas circundantes de Beni Suhaila y Abasan, todas ubicadas en el sur de la Franja de Gaza. Este movimiento precede a un «ataque sin precedentes» que tienen planeado llevar a cabo en estas regiones, según un comunicado oficial de las fuerzas armadas. La orden ha generado una inmediata oleada de desplazamientos, marcando un claro aumento en la intensidad de las acciones militares en el conflicto ya prolongado.
Avichay Adraee, el portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel, hizo un llamado a través de la plataforma X, instando a los habitantes de las regiones mencionadas a evacuar inmediatamente hacia el área de Mawasi, al oeste, etiquetando la acción como una necesidad para «destruir las capacidades de las organizaciones terroristas» en esa zona. Adraee recalcó la peligrosidad de la gobernación de Jan Yunis, ahora considerada una zona de combate de alto riesgo y densamente poblada.
Esta nueva orden de evacuación masiva extiende considerablemente el área en Gaza actualmente bajo restricciones severas, incrementando el porcentaje del territorio marcado como zona prohibida por Israel. Jonathan Fowler, portavoz de la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos), reveló a EFE que, a raíz de esta medida, aproximadamente el 90% de la población de Gaza se encuentra desplazada. La tensión se intensifica mientras la comunidad internacional observa la creciente crisis humanitaria; desde el rompimiento del alto el fuego el 18 de marzo, unas 436,000 personas se han visto forzadas a desplazarse nuevamente.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha pronunciado que el Ejército tomará control total sobre todas las zonas de la Franja de Gaza, permitiendo solamente una «entrada mínima» de ayuda humanitaria para mantener en marcha la ofensiva. Esta estrategia, según Netanyahu, busca aplacar los temores de hambruna y mantener el apoyo militar y diplomático fundamental, especialmente de aliados como Estados Unidos, ante el escrutinio internacional por las condiciones humanitarias en el enclave.
Netanyahu señaló que esta decisión difícil permitirá a Israel lograr una «victoria total» en Gaza y cumplir su objetivo de desmantelar definitivamente a Hamás. No obstante, la ejecución de esta estrategia implica un desafío considerable, tanto en términos militares como humanitarios, marcando un nuevo capítulo en el conflicto que sigue complicando las perspectivas de paz en la región.
