En una escalada sin precedentes, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha ordenado al Ejército de su país ampliar significativamente su presencia en Gaza, sin detallar específicamente qué nuevos territorios se verían afectados. La directiva llega junto con una advertencia directa al grupo islamista Hamás, indicando que si no proceden a la liberación de los rehenes en su poder, Israel procederá a la anexión de más territorios en Gaza. Katz expresó: «Cuanto más mantenga Hamás su rechazo, más territorio perderá, el cual será anexionado a Israel».
El Ejército israelí ha sido instruido para ocupar áreas adicionales en Gaza, comenzando por la evacuación de civiles, y extender las zonas de seguridad alrededor de Gaza. La medida busca proteger tanto a las comunidades israelíes cercanas como a los soldados desplegados. Hasta ahora, los distritos orientales de Jan Yunis en el sur y la localidad de Beni Suheila han sido evacuados, junto con Beit Lahia en el norte, donde las tropas israelíes ya han iniciado una operación terrestre. También se ha ocupado parcialmente el corredor de Netzarim, que divide el norte y el sur de Gaza.
El conflicto ha cobrado la vida de al menos 70 personas y dejado 50 desaparecidos solo en las primeras horas del tercer día de ataques israelíes sobre Gaza. Este último movimiento por parte de Israel es visto como una estrategia para aumentar la presión sobre Hamás para liberar a los 59 rehenes bajo su custodia. Katz afirmó que su gobierno está dispuesto a utilizar todos los métodos militares y civiles posibles, mencionando incluso la implementación del controversial plan de «transferencia voluntaria» propuesto por el presidente Donald Trump, que ha sido criticado por múltiples organizaciones internacionales como un plan de limpieza étnica.
El enfoque de Israel también incluye una propuesta presentada por el enviado de la Casa Blanca en Oriente Medio, Steve Witkoff, que busca la liberación de todos los secuestrados «vivos y muertos» en dos fases, con un alto el fuego entre ambas. Sin embargo, el cese de hostilidades acordado inicialmente finalizó el 2 de marzo sin progresos en las negociaciones para una segunda fase, lo cual ha dejado a Gaza en un estado de incertidumbre que se rompió con una nueva serie de bombardeos por parte de Israel. Hamás no aceptó la propuesta de Witkoff desde el principio, exigiendo que se cumplieran completamente los términos del acuerdo original.
La situación en Gaza permanece en un estado volátil, mientras la comunidad internacional observa con atención las repercusiones de estas últimas acciones y la posibilidad de una intensificación aún mayor del conflicto.
