En una noche marcada por el humor y las confidencias inesperadas, Isabel Allende se convirtió en la invitada estrella de «La revuelta» el pasado miércoles, 21 de mayo, en lo que fue su primer regreso a España tras seis años de ausencia. La celebre escritora, que asistió al programa de Televisión Española para promocionar su última obra literaria, «Mi nombre es Emilia del Valle», no solo cautivó al público con detalles de su nueva novela, sino que también aprovechó la ocasión para sorprender a todos con su característico sentido del humor, especialmente al presentador David Broncano.
Allende, conocida por sus exitosos libros y una personalidad que traspasa lo convencional, se anticipó a las preguntas de Broncano con un comentario sobre la vida amorosa del presentador, mencionando incluso a su novia, la actriz Silvia Alonso. «Yo hablé con tu novia y a partir de lo que conversé con ella me dio una idea de lo que regalarte. Creo que lo que tú necesitas son afrodisíacos», dijo provocando un estallido de risas entre la audiencia. La escritora no dejó de lado su ímpetu, entregando a Broncano un singular regalo y continuando con su aguda picardía.
La intervención de Allende fue celebrada en redes sociales, con numerosos usuarios compartiendo clips del momento en que ponía «en su sitio» a Broncano. El intercambio de bromas y comentarios sobre la vida íntima del presentador, además de la presentación de un libro sobre afrodisíacos como detalle humorístico de Allende, mantuvo a la audiencia entretenida y a la expectativa.
Sin embargo, la índole personal de la broma tomó un giro cuando Silvia Alonso, desde su asiento en el palco del teatro, decidió unirse a la conversación. La actriz intervenida con un tono juguetón y, siguiendo el juego iniciado por Allende, expresó su sorpresa ante la revelación de sus conversaciones privadas en el programa. «A ver, Isabel, eran cosas entre nosotras… Estábamos contándonos la vida. No me esperaba que lo contases aquí delante de todo el mundo», manifestó, añadiendo otro nivel de complicidad y humor a la noche.
La visita de Isabel Allende a «La revuelta» no solo sirvió para ofrecer al público una mirada más cercana a su nueva obra literaria, sino que también demostró la habilidad de la escritora para navegar con soltura y gracia en las aguas del entretenimiento televisivo, dejando un memorable episodio en la historia del programa y un dulce recordatorio de su encantador ingenio.
