Dominar el panorama político tanto en el norte como en el sur de Irlanda ha sido una ambición prolongada para Sinn Féin, conocido por ser el ala política del IRA, ahora inactivo, con la esperanza de realizar un referéndum de reunificación largamente esperado. Por primera vez, parecían estar al borde de lograr este objetivo cuando lograron un avance significativo en el parlamento de Dublín en 2020, poniendo fin a un siglo de dominio bipartidista, y alcanzando un éxito histórico en la asamblea de Belfast en 2022 al convertirse en el partido más votado, lo que no había ocurrido desde la división de la isla hace 103 años. Sin embargo, el reciente anuncio de elecciones anticipadas en la República de Irlanda antes de finales de 2024 podría amenazar con desvanecer esta aspiración.
La posición del Sinn Féin está actualmente en peligro debido a una serie de escándalos que cuestionan la supervivencia política de su líder, Mary Lou McDonald, quien fue elegida personalmente por el anterior líder del partido, Gerry Adams. Estos escándalos incluyen acusaciones de censura, delitos, dimisiones en masa y un senador acusado de enviar mensajes inapropiados a adolescentes, todo lo cual ha sacudido al partido en sus cimientos.
Este período de turbulencia ha sido aprovechado por Simon Harris, el primer ministro más joven de la historia de la República de Irlanda, quien ha decidido adelantar las elecciones generales antes de lo planeado, buscando capitalizar los momentos bajos por los que atraviesa Sinn Féin. La situación se complica más para McDonald, quien enfrenta acusaciones de haber engañado al parlamento, un acto que podría forzar su dimisión.
El panorama se ve exacerbado por las renuncias de figuras clave dentro del partido, acusaciones de ocultación y secretismo, y una caída en las encuestas de opinión, poniendo a Sinn Féin en una posición vulnerable ante los electores. A pesar de los esfuerzos para disipar las críticas y reafirmar su compromiso con la transparencia, las crisis internas y los escándalos han manchado la imagen del partido, afectando seriamente su credibilidad y popularidad.
Mientras tanto, los otros dos principales partidos del gobierno de coalición, Fine Gael y Fianna Fáil, buscan capitalizar la disminución de la popularidad de Sinn Féin. Con las encuestas colocando a Sinn Féin a la par con Fianna Fáil y detrás de Fine Gael, la lucha por el poder en las próximas elecciones promete ser intensa. La situación actual plantea dudas sobre la capacidad de Sinn Féin para desviar la atención de sus conflictos internos y convencer a los votantes de que están listos para gobernar, poniendo en juego su sueño de una Irlanda reunificada.
