La Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) ha anunciado la puesta en marcha de ocho nuevas plantas nucleares en el país, resultado de un acuerdo con Rusia. Este movimiento tiene como objetivo reactivar el programa nuclear nacional, que fue gravemente afectado por los bombardeos de Israel y Estados Unidos durante el verano pasado. Cuatro de estas instalaciones se ubicarán en la provincia de Bushehr, una de las más golpeadas por los ataques aéreos, mientras que el emplazamiento de las otras cuatro se revelará en breve.
Mohamed Eslami, director de la OEAI, explicó que la expansión del programa nuclear busca asegurar un suministro de energía fiable, especialmente en áreas remotas y costeras, como la provincia de Golestán, donde ya se construye una nueva central eléctrica. Este plan podría elevar la capacidad de generación eléctrica de Irán a aproximadamente 20.000 megavatios a partir de energía nuclear, un paso significativo para el país.
Simultáneamente, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, vinculó este proyecto a la restauración de la infraestructura dañada y destacó el respaldo del Gobierno. Insistió en que Irán no tiene intenciones de desarrollar armamento nuclear, enfatizando que el uso de la energía atómica será exclusivamente civil y calificando de «mentira» las acusaciones de las potencias occidentales que buscan desacreditar los avances científicos de Irán.
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