Irán anunció la incautación de un petrolero extranjero en el mar de Omán, que supuestamente transportaba alrededor de seis millones de litros de diésel de contrabando. La operación fue llevada a cabo por las autoridades en aguas territoriales cercanas al puerto de Jask, como parte de un esfuerzo más amplio para combatir las redes dedicadas al tráfico ilegal de combustible. La nave tenía a bordo a 18 tripulantes procedentes de India, Sri Lanka y Bangladés.
Mojtaba Ghahramani, jefe del Poder Judicial en la provincia de Hormozgán, indicó que el buque carecía de la documentación marítima necesaria y navegaba con sus sistemas de navegación apagados. A pesar de la gravedad de la incautación, las autoridades no proporcionaron detalles sobre la bandera del petrolero ni su destino final.
Este episodio forma parte de una tendencia más amplia en la que Irán reporta frecuentemente la captura de embarcaciones extranjeras en el golfo Pérsico y el golfo de Omán, como respuesta a la creciente problemática del contrabando de combustible. Recientemente, la Guardia Revolucionaria detuvo otra embarcación con bandera de Suazilandia y 13 marineros que transportaba 350,000 litros de diésel, subrayando una actividad constante contra estos delitos en la región.
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