Ante la creciente tensión en Medio Oriente, Irán ha emitido una NOTAM (Notice to Airmen), poniendo en alerta a las tripulaciones aéreas sobre riesgos en el centro, oeste y noroeste del país y aconsejando evitar sobrevolar estas zonas críticas. Esta medida se produce en un contexto en el que aumenta la probabilidad de un enfrentamiento armado, particularmente con Israel, según han reportado varios medios en Estados Unidos basados en fuentes de la Defensa que describen un ataque con misiles por parte de Irán como «inminente».
Las relaciones entre Teherán y grupos militantes como Hezbolá en el Líbano y Hamas en Palestina, quienes han jurado venganza por los recientes asesinatos de figuras claves a manos de Israel, sugieren un panorama bélico escalado. De hecho, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha mencionado en una conferencia del G7 la posibilidad de un ataque inminente contra Israel que podría suceder este lunes, delineando un escenario aún más complejo para la región.
En respuesta, Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en la región enviando buques de guerra y aviones de combate. La medida busca reforzar la defensa de Israel frente a la posibilidad de un ataque que, según fuentes israelíes, podría ser más agresivo que intentos anteriores. Para coordinar una respuesta a este potencial conflicto, el general Michael Kurilla, jefe de las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente, ha llegado a la región para movilizar una coalición de apoyo internacional que incluya al Reino Unido, Francia, países del Golfo y Jordania.
La situación se agrava al considerar que aerolíneas internacionales como Iberia, Delta, United y Lufthansa han suspendido vuelos hacia y desde Israel, siguiendo las preocupaciones de seguridad por quedar atrapados en el fuego cruzado. Este escenario deja a miles de israelíes en una difícil situación para regresar a su país, mientras El Al, aerolínea nacional, intenta añadir vuelos adicionales para facilitar el retorno de sus ciudadanos.
Mientras tanto, la presión internacional crece por encontrar una solución pacífica que prevenga el conflicto. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido a Netanyahu nuevos despliegues militares para reforzar la seguridad de Israel frente a las amenazas iraníes, mostrando un claro apoyo a uno de sus aliados más estrechos en la región. Sin embargo, también se está instando a Israel a redoblar los esfuerzos por alcanzar un alto al fuego en Gaza, buscando evitar una escalada mayor del conflicto que desde hace casi 10 meses azota la Franja.
La comunidad internacional observa con preocupación la evolución de este tenso escenario, donde un mal cálculo podría desatar un conflicto de proporciones imprevisibles en una región ya marcada por décadas de inestabilidad. La esperanza de una resolución pacífica pende de un hilo, mientras las potencias mundiales buscan mediar en un ambiente cada vez más cargado de retórica belicista y movimientos militares.