El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresó serias dudas respecto al carácter pacífico del programa nuclear de Irán, citando la falta de cooperación y transparencia del país como los principales obstáculos para verificar sus intenciones. En un reciente informe, la agencia de la ONU reveló un alarmante aumento del casi 50% en la producción de uranio altamente enriquecido por parte de Irán entre febrero y mayo, alcanzando niveles que se acercan a lo militar, lo que agudiza la preocupación internacional sobre las posibles aplicaciones bélicas de su programa nuclear.
A pesar de seguir colaborando con el OIEA en la aplicación de controles de rutina, Irán ha sido criticado por no responder de manera satisfactoria a las interrogantes del organismo respecto a su material nuclear. Incluso, su actitud ha sido descrita como «menos que satisfactoria», especialmente en lo concerniente a la presentación de «respuestas técnicamente creíbles» acerca de actividades nucleares sospechosas.
Otra información relevante señala que Irán ha realizado actividades de limpieza en lugares señalados por los inspectores, complicando aún más las tareas de verificación y aumentando las dificultades para asegurar la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear. Aunque el OIEA no ha encontrado indicios creíbles de un programa nuclear militar no declarado en Irán, la falta de cooperación y las actividades sospechosas han generado preocupaciones legítimas.
Además, el OIEA destacó la falta de explicaciones técnicamente válidas por parte de Irán sobre el material nuclear hallado en tres ubicaciones específicas, lo que impide al organismo determinar si dicho material se ha desviado de su uso pacífico.
La preocupación se agudiza con la rápida acumulación de uranio enriquecido, lo que complica las labores de inspección y plantea serias dudas sobre las intenciones de Irán. Ante esta situación, Rafael Grossi, Director General del OIEA, ha hecho un llamado urgente a Irán para que colabore plena y eficazmente con el organismo.
El informe, repasando inspecciones realizadas a lo largo de los últimos años y ocupando 22 páginas, fue entregado a los Estados miembros de la Junta de Gobernadores del OIEA, y podría resultar en la reinstauración de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, en caso de no resolver las disputas actuales.
La comunidad internacional, especialmente los países involucrados en el acuerdo nuclear de 2015, sigue de cerca las negociaciones entre Estados Unidos e Irán, buscando un retorno al cumplimiento del acuerdo. La reactivación de este pacto y la garantía de que el programa nuclear iraní tenga fines exclusivamente pacíficos son cruciales para mantener la estabilidad y seguridad global.