En un giro inesperado durante la última emisión del debate de «Gran Hermano», los espectadores fueron testigos del tenso intercambio que se produjo entre Miguel Frigenti y Laura, la madre de Violeta, una de las concursantes nominadas de la semana. El incidente, que se desencadenó por una complicada acusación en directo, ocurrió durante los primeros treinta minutos del programa, dejando a los abonados de Mitele Plus en primera fila para el altercado.
El enfrentamiento surgió mientras se revisaba la situación actual de los nominados, que incluyen a Violeta, Daniela, Adrián, Óscar, y Maica. En defensa de su hija, Laura criticó la simplificación del concurso de Violeta a frases recurrentes sobre su bondad y belleza, lo cual no sentó bien a Frigenti. Él ha sido una voz prominente en el plató, sosteniendo una postura crítica hacia la participante.
La tensión escaló cuando Laura, en un movimiento audaz, derivó el argumento hacia terrenos personales al acusar a Frigenti de haberse metido con un menor, desviándose completamente del contenido usual del reality show. Esta grave acusación fue el punto de quiebre que hizo estallar a Frigenti, quien reprochó con vehemencia el comentario, tildando la acción de Laura de inaceptable y etiquetándola a ella y a su actitud como «gentuza».
Ion Aramendi, el presentador del debate, se vio forzado a intervenir en un intento de apaciguar los ánimos. «Por favor, no insultemos. Faltas de respeto, cero», suplicó, posicionándose entre Frigenti y Laura para evitar que el conflicto escalara aún más. En medio del caos, Aramendi reprendió a Laura por la severidad de su acusación hacia uno de los colaboradores, actitud que le valió el aplauso del público presente tras criticar su enfoque en la defensa de su hija.
El incidente no solo sacudió el plató sino que también generó un mar de especulaciones entre los seguidores del show, quienes, a través de la app, presenciaron en tiempo real el desenvolvimiento de los hechos. Muchos se quedaron preguntándose sobre el trasfondo de la acusación de Laura y la razón por la cual decidió sacar a la luz un asunto tan delicado en televisión, recordando acciones similares en el pasado contra otros participantes.
Este choque en el programa no solo puso de manifiesto las tensiones inherentes en el concurso sino que también abrió el debate sobre la ética y los límites que deben mantenerse en las discusiones televisivas, especialmente cuando involucran acusaciones personales de naturaleza delicada. El desenlace de este encontronazo es, por ahora, incierto, dejando a la audiencia en vilo sobre cómo este incidente influirá en el futuro de los implicados dentro del concurso.
