Efectivos del Destacamento Fiscal y de Fronteras de la Comandancia de Cuenca han llevado a cabo una investigación en la localidad de Motilla del Palancar, donde han imputado a un hombre de 61 años como supuesto autor de un delito de contrabando y otro contra la propiedad industrial. Durante la inspección del establecimiento del investigado, los agentes encontraron más de 1.200 unidades de cigarros-puros de diversas marcas y tamaños.
Los acontecimientos se remontan al pasado mes de abril, cuando se iniciaron gestiones relacionadas con la posible venta irregular de cigarros-puros en un local de Motilla del Palancar. Aunque este establecimiento contaba con autorización administrativa para la venta de tabaco con recargo, se comprobó que la venta no se realizaba de acuerdo con los procedimientos establecidos. Los puros estaban expuestos al público en vitrinas-humificadores en la entrada del local, tanto en unidades sueltas como en estuches de madera, exhibiendo precios de venta.
La Guardia Civil, tras realizar las gestiones necesarias, contactó con Tabacalera SLU, el gestor autorizado por Habanos en España, que confirmó no tener registro de ninguna venta de cigarros-puros de esta denominación en la localidad. Además, se detectó que algunas de las vitolas no coincidían con el puro y que las precintas fiscales de Cuba en los estuches podían indicar la falta de originalidad.
Una vez que se evaluó el género aprehendido, se determinó que su valor superaba el umbral establecido por la normativa de contrabando, fijado en 15.000 euros. Además, un informe pericial concluyó que los cigarros y sus estuches eran falsos, dado que presentaban detalles incorrectos en la forma y el etiquetado.
Los cigarros fueron fabricados en Cuba por torcedores no vinculados a Habanos. Según se investiga, el propietario del establecimiento los traía en sus viajes personales, aprovechando la franquicia de viajeros que permite la entrada de 50 cigarros por persona y viaje, y posteriormente los comercializaba sin los debidos controles sanitarios.
La Guardia Civil ha procedido a investigar al propietario del establecimiento por un delito de contrabando, que lleva aparejadas penas de prisión de uno a cinco años, además de una multa de hasta seis veces el valor del género. También se le imputa un delito contra la propiedad industrial, penado con penas de prisión de uno a cuatro años. Los efectos incautados y el investigado han sido puestos a disposición del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción en funciones de Guardia de Motilla del Palancar.